Hablemos sobre la regla del 10%. O como también la podemos llamar: la regla del 25%. Una vez la conozcas y la domines, serás capaz de ajustarla a tu conveniencia. Y eso es algo tremendamente poderoso.
Contenido
Introducción
La regla del 10% es algo muy sencillo. Se basa en que ahorres el 10% de lo que ganes. Si ganas 1.000 euros al mes, ahorras 100 euros. Si ganas 2.000 euros al mes, ahorras 200. Y si ganas 10.000, ahorras 1.000. Ya ves que es algo muy simple de entender.
Lo único que hace falta para seguir esta regla es querer seguirla. Creo fervientemente que, salvo casos puntuales muy extremos, cualquiera la puede seguir, independientemente de sus circunstancias. A fin de cuentas, si de repente perdieras el 10% de tus ingresos, ¿no crees que encontrarías la forma de vivir?
Págate a ti mismo primero
Así pues, si es algo tan sencillo de entender y de aplicar, ¿por qué hay tan poca gente que la siga? Pues porque debemos ver las cosas de forma distinta a la habitual. La mayoría de la gente cobra su salario, gasta dinero y, si sobra algo al final, ahí tienen sus ahorros.
La forma de pensar que necesitas es que, por delante de todo, tú trabajas para ti mismo. Por ese motivo debes pagarte a ti mismo primero. Y después ya pagarás a los otros.
Debido a que la disciplina a veces nos puede fallar, lo importante es tener una buena planificación: La mejor forma de aplicar la regla del 10% es justo en el momento en el que nos ingresan el salario. Si sabemos que el último día de cada mes recibimos la nómina, y ésta es de 1.500 euros, debemos tener una transferencia automática de 150 euros que vaya directamente a nuestra cuenta de ahorros o cuenta de inversión.
Tener nuestros ahorros separados de nuestro dinero “para el día a día” evita que acabemos gastando lo que no debemos gastar. Al mismo tiempo, ver cómo los ahorros crecen mes a mes, te va a dar una sensación de satisfacción. Serás capaz de ver claramente que estás consiguiendo tus objetivos.
Invertir o no invertir
La regla del 10% se centra principalmente en ahorrar ese dinero. Lo que queremos es quedarnos con algo de lo que hemos producido, y no entregárselo todo a otros. Pero una vez tenemos el dinero ahorrado, podemos decidir si invertirlo o no.
Personalmente creo que una vez hayamos acumulado una cantidad de dinero con la que nos sintamos seguros, tiene mucho sentido empezar a invertir. Y resulta muy útil invertir automáticamente ese dinero cada mes.
Gracias a que invertimos la misma cantidad de dinero todos los meses, también reducimos el riesgo de nuestras inversiones. Esto se debe a que, cuando el mercado bursátil cae, vamos a ser capaces de comprar más acciones. Cuando el mercado sube, y tenemos ganancias, seremos capaces de comprar menos. Como no sabemos qué va a ocurrir en la bolsa, invertir la misma cantidad cada mes nos permite evitar el riesgo de invertirlo todo antes de que el mercado vaya a caer.
Y para llevarlo a cabo te recomendaría que te limitaras a ponerlo todo en un fondo ETF diversificado. Un ejemplo sería un ETF que siguiera al índice MSCI World, que invierte en todos los países del mundo desarrollado.
La regla del 25%
Ahora que ya conoces la regla del 10%, puede que quieras saber qué es la regla del 25%. Pues es básicamente lo mismo, pero ahorrando un 25% de tu salario. Puede que pienses que eso es imposible, pero plantéate lo siguiente: si realmente tuviera un 25% menos de ingresos, ¿qué harías?
En lugar de decir “esto es imposible”, pregúntate “¿cómo puedo hacerlo posible”?
Esta frase la popularizó Robert Kiyosaki. Y es realmente importante si quieres tomar más control sobre tu vida y tu destino.
Si ahorras el 25% de tu salario cada mes, dentro de 4 años tendrás el salario de un año entero ahorrado. Y eso sin mencionar que ese dinero lo has podido invertir. Con lo cual realmente puedes tener aún más dinero.
Tu propia regla
Por último, te animo a que, si te sientes ambicioso y capaz, diseñes tu propia regla. Una regla del 50%, por ejemplo, te permitiría ahorrar un mes de gastos cada mes. Soy consciente de que para llegar a esos niveles es importante que también trabajes para aumentar tus ingresos. A fin de cuentas, cuanto más dinero ganes, más dinero podrás ahorrar.
Uno de los beneficios indirectos de empezar con la regla del 10%, o del 25% si quieres ahorrar aún más desde el principio, es que cuando empieces a ganar más dinero, ya tendrás la disciplina necesaria para no caer en la tentación de gastártelo todo. Sabrás aprovechar la oportunidad para ahorrar mucho más, y construir tu patrimonio de forma mucho más rápida.
Y a mayor patrimonio, también tendrás más oportunidades de inversión. Como ves, es todo parte de un proceso. Y el paso más importante es el que das hoy mismo.
Si quieres una introducción a los distintos tipos de activos en los que puedes invertir, te recomiendo el siguiente artículo:
Tipos de Inversiones Disponibles
También te recomiendo que eches un vistazo a este vídeo de YouTube.
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