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Las Mentiras sobre el Plan de Reconstrucción de la UE

El día 27 de mayo de 2020, la presidenta de la comisión europea, la alemana Ursula von der Leyen, anunció un plan masivo de gasto público para la Unión Europea. En este artículo analizaremos las mentiras que se han dicho sobre este mal llamado plan de reconstrucción de la UE.

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Cómo es el plan de reconstrucción europeo

El plan consiste en 750.000 millones de euros, casi el 5% de la economía de la unión. De estos, 500.000 millones serán transferidos a los estados en forma de subvención. Los 250.000 millones restantes serán prestados directamente a los estados.
A España le corresponderían 140.000 millones en total. De estos, 77.000 millones serían en subvenciones y 63.000 millones en préstamos.

Aún no sabemos mucho sobre cómo se gastarán estos fondos, pero la propuesta incluye las siguientes partidas:

  • 560.000 millones en planes para modernizar las economías
  • 55.000 millones en fondos de cohesión
  • 31.000 millones para apoyar la solvencia de empresas
  • 15.000 millones en fondos de inversión estratégica
  • 9.400 millones con fines sanitarios y de protección civil

A pesar de que aún tiene que ser aprobado por el parlamento europeo, la mayoría de países y partidos políticos ya han dado su visto bueno al plan.
Vayamos a analizar por qué este plan de reconstrucción europeo no es bueno para la economía. Para eso nos vamos a centrar en algunas de las mayores mentiras que se han contado al respecto.

Las 8 Mentiras principales

Nos centraremos en las mentiras principales:

1) No es un plan de reconstrucción

Empezamos por una de las peores mentiras sobre este plan de reconstrucción de la UE. Por mucho que intenten manipular el lenguaje, no se trata de un plan de reconstrucción. La crisis sanitaria ha sido y es muy dramática en muchos aspectos. Para muchas familias, ha representado una auténtica tragedia. Sin embargo, la infraestructura de los países sigue intacta. No hay nada que reconstruir porque no se ha destruido nada.
De hecho, si nos fijamos en qué quieren gastar el dinero, veremos que el grueso quiere destinarse a infraestructuras que sirvan para conseguir sus objetivos ecológicos. De reconstrucción, nada de nada.

2) No es gratis

Cuando se anunció el plan, los medios y políticos españoles salieron a celebrar que la mayor parte del dinero sería transferida a los estados sin necesidad de devolverlo.
Sin embargo, serán los mismo ciudadanos, sea en España o en Alemania, quienes pagarán por ello. A fin de cuentas, la UE no tiene ese dinero.

Para financiar el plan, la UE pedirá prestados 750.000 millones de euros en los mercados financieros. Para devolver esa deuda, se crearán nuevos impuestos en toda la unión. Y éstos serán pagados por los mismos ciudadanos y empresas que pagan impuestos en cada uno de los países.
Si tenemos en cuenta que la mayoría de países de la unión están hasta arriba de deuda y sus economías no consiguen despegar, dudo mucho que aún más deuda sea la solución.

Por si esto fuera poco, una inyección tan masiva de dinero tendrá efectos inflacionarios para todos los países. Esto se traduce en que tu salario y tus ahorros van a valer menos. El encarecimiento de la vida afectará sobre todo a las clases medias y bajas.

3) No es solidario

Aquí tenemos otra de las grandes mentiras. Se ha anunciado que los estados del norte estaban siendo solidarios con los países del sur. Sin embargo, si nos fijamos en cómo se va a financiar este plan, veremos que se hará emitiendo deuda con vencimientos entre 2028 y 2058.
Lo repito: la UE va a pedir dinero prestado. Este dinero deberá ser devuelto entre 2028 y 2058.
A pesar de que todos los países garantizarán esa deuda, resulta insultante usar la palabra solidario para describir un plan que contempla gastar dinero hoy, y pasarle la factura a los jóvenes, a los niños y a los que aún no han nacido.

4) No es para la sanidad

Este punto se puede constatar rápidamente si nos fijamos en cómo se va a gastar el dinero. Según la propuesta, solo 9.400 de los 750.000 millones serán para la sanidad. Eso se corresponde con el 1,25% del total.

5) No produce prosperidad

Si bien muchas empresas y muchos bolsillos privados se van a beneficiar de este plan, endeudarse para gastar dinero en infraestructuras que muy probablemente no sean necesarias, ni produce riqueza, ni es bueno para el medio ambiente.
Por otro lado, el plan también contempla apoyar empresas de forma directa o indirecta. Dejar que sean los políticos quienes decidan qué empresas deben recibir capital y cuáles no, nunca ha funcionado. Esto solo servirá para que se lleven a cabo inversiones improductivas y se destruya capital.

6) A largo plazo tendremos más estancamiento económico

Este punto está relacionado con el anterior. El plan hará que el peso del sector público en la economía europea aumente todavía más. Esto hará que a largo plazo tengamos impuestos aún más altos, más regulación y menos sector privado con el que financiarlo todo. Como consecuencia, tendremos menos innovación, menos crecimiento económico, menos empleo de calidad y peor nivel de vida en general. No obstante, la culpa será de nuevo del capitalismo.

7) Servirá para engordar la burocracia de Bruselas

Acabo de decir que el plan sería negativo para el futuro de la economía. Sin embargo, algunas economías sí saldrán reforzadas. En particular las economías de todos aquellos que vivan de la burocracia de Bruselas.

No resulta nada sorprendente que los políticos de la comisión europea y los europarlamentarios estén encantados. Dispondrán de un mayor presupuesto y, por lo tanto, de más poder. Como nos podemos imaginar, ese presupuesto ya nunca será reducido.
Junto a los que viven directamente de la UE, cabe destacar que muchos lobbies estarán de celebración con el plan.

8) Dará alas a los euroescépticos

Las mentiras sobre el plan de reconstrucción europeo tendrán como consecuncia más euroescepticismo. Obviamente, hay muchos más motivos por los cuales este plan será dañino que los expuestos aquí. No olvidemos que partidos como la Alternativa para Alemania (AfD, en alemán) surgieron después de los rescates que se hicieron durante la crisis anterior, en la que impuestos pagados por los ciudadanos de un país fueron destinados a pagar la deuda de otro país.

Lo triste es que los políticos de los principales partidos políticos, con ningún tipo de interés en entender los problemas de sus ciudadanos, nos dirán que la solución es más Europa. Y para ellos más Europa es más poder para Bruselas. Y más poder para Bruselas es más pobreza a largo plazo. Por este motivo el descontento de parte de la población no hará más que aumentar.

Si quieres leer sobre lo que podría ocurrir en el futuro a nivel monetario, échale un vistazo a este artículo:
¿Habrá Inflación o Deflación?

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Publicado en Economía

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