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La Regla del 4% y la Independencia Financiera (IF)

La regla del 4% se utiliza frecuentemente por aquellos que quieren conseguir la independencia financiera. En este artículo analizamos qué es, cómo se calcula, si sigue siendo válida hoy en día, y qué alternativas existen.

Contenido

¿Qué es y cómo se calcula la regla del 4%?

Conseguir la independencia financiera no está al alcance de todo el mundo. Requiere trabajo, esfuerzo y disciplina. Eso es obvio, ya que debemos ganar dinero, ahorrarlo e invertirlo. Pero también hace falta calcular cuánto dinero necesitamos para conseguirla.

La regla del 4% nos dice que podemos dejar de trabajar cuando nuestros gastos anuales sean el 4% del valor de nuestra cartera de inversión. A partir de ese momento podríamos vivir de nuestras inversiones sin que nuestro capital llegase a desaparecer nunca. En otras palabras: podemos vivir de las rentas generadas por nuestra cartera.

Hagamos los cálculos. Si necesitamos 2.000 euros mensuales para vivir, eso serían 24.000 euros anuales. Debido a que probablemente tendremos que pagar impuestos sobre las rentas de capital, necesitaríamos algo más de 24.000 euros. Asumiendo que los impuestos sobre el capital son del 20%, necesitaríamos:

24.000 / (1 – 0,20) = 30.000 euros

Así pues, usando la regla del 4%, conseguiríamos la independencia financiera cuando el 4% de nuestra cartera fueran 30.000 euros. Si hacemos los cálculos, necesitaríamos:

30.000 / 0,04 = 750.000 euros

Con inversiones de 750.000 euros, en teoría, podríamos dejar de trabajar y vivir permanentemente de nuestro capital, sin que éste llegase a agotarse.

¿Cuál es la lógica?

La regla del 4% se basa en dos premisas importantes:

  • Nuestros gastos se pueden cubrir con el 4% de nuestra cartera
  • Nuestra cartera podrá mantenernos para siempre

Eso significa que nuestra cartera debe generar un rendimiento suficientemente alto como para pagarnos ese 4% a nosotros, y ganar el mismo porcentaje que la inflación. Por lo que, si esperamos una inflación del 2-3% anual en el futuro, nuestra cartera debería tener un rendimiento del 6-7% anual.

Obviamente, como menor sea la inflación en el futuro, mejor. Y como mayor sea, peor. Debido a que eso es algo que no podemos controlar, será importante tener la mayor parte de nuestra cartera en activos cuyo valor suba si la inflación aumenta: acciones, inmuebles, oro o commodities.

Ese 4% de rendimiento por encima de la inflación, que nos va a servir para vivir de rentas, puede ser tanto de flujos de caja generados por nuestras inversiones (dividendos o alquileres), como de vender parte de un activo que se haya revalorizado (acciones que no pagan dividendos, oro o commodities).

Lo importante es que, a medio y largo plazo, seamos capaces de generar ese rendimiento con suficientes garantías.

¿Sigue siendo válida hoy en día?

Si bien creo que la lógica de la regla es muy útil, creo que un 4% ya no es válido hoy en día. ¿Por qué no? Pues porque las circunstancias financieras actuales distan mucho de los datos que se usaron hace unas décadas para calcular la regla del 4%.

Los datos usados fueron rendimientos de bonos y acciones en Estados Unidos a lo largo del siglo 20. Y eso hace que debamos ser precavidos.

En primer lugar, debemos destacar que Estados Unidos ha sido uno de los países más exitosos, sino el que más, a lo largo del siglo 20. Se ha convertido en superpotencia y no ha tenido episodios graves. Eso contrasta con la mayoría de países europeos.

En consecuencia, los rendimientos de sus mercados financieros (acciones y bonos) han sido extraordinariamente buenos. Eso significa que, de haber usado datos de otros países desarrollados, las conclusiones probablemente hubieran sido distintas.

En segundo lugar, y quizás más importante, las circunstancias actuales nos hacen pensar que los rendimientos de las próximas décadas van a estar por debajo de la media histórica. Esto se debe a que los intereses que nos ofrecen los bonos desde 2008 son bastante bajos. De media, por lo tanto, la parte que invirtamos en bonos no debería dar ningún rendimiento a largo plazo.

Al mismo tiempo, los tipos de interés tan bajos hacen que el resto de activos (acciones, inmuebles, oro) coticen por encima de su media histórica. Valoraciones elevadas tienen como consecuencia rendimientos menores en el futuro, ya que la empresa genera menos beneficios por cada euro o dólar que invertimos.

Eso significa que debamos ser escépticos a la hora de pensar que nuestra cartera de inversión va a ser capaz de darnos, tranquilamente, un 6 o 7% de rendimiento. Digo tranquilamente porque la regla del 4% asume que podemos dejar de trabajar. Conseguir esos rendimientos debería ser posible si invertimos todo el capital en activos con riesgo (acciones, inmuebles, oro), pero eso nos expone también a situaciones adversas que pueden durar años. De ahí que la regla del 4% requiera de una cartera un poco más conservadora.

Alternativas a la regla del 4%

Si la regla del 4% es demasiado arriesgada hoy en día, no hay problema. La alternativa es ser simplemente algo más conservadores. Por lo tanto, podemos ajustar la regla a la baja. Si usamos un 3%, por ejemplo, nuestra posición sería más estable.

Obviamente esto requiere de una base de activos aún mayor, pero ese es el precio de la independencia financiera hoy en día. Si usamos la regla del 3%, y seguimos fijándonos en los 30.000 euros anuales que necesitamos, el tamaño de la nueva cartera debería ser de:

30.000 / 0,03 = 1.000.000 euros

Como ves, ahora necesitamos un millón de euros en inversiones para retirarnos. Francamente creo que es mejor usar un porcentaje del 3% que del 4% en la actualidad. Si los rendimientos en el futuro resultan ser mejores de los esperado, genial. Pero si realmente quieres ser libre a nivel financiero, tu vida no puede depender tanto de que los mercados financieros se comporten bien en el futuro.

Mejor estar en una posición en la que te puedas beneficiar de ello si ocurre, pero que tampoco te va a hacer sufrir si no ocurre.

Para acabar, te dejo una tabla con el capital que necesitarías para conseguir la independencia financiera, en función de tus gastos mensuales y la regla que desees usar. Asumo un 20% de impuestos sobre rentas del capital:

¿Cuánto capital crees que vas a necesitar?

Te dejo el enlace a un artículo que te va a motivar para empezar a ahorrar:
Regla del 10% de Ahorros

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Publicado en Finanzas personales

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