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Invertir en Opciones sobre Acciones y otros activos

Las opciones sobre acciones y otros activos son derivados financieros muy populares en los que invertir. Aquí veremos qué son, de qué tipos existen, ventajas, riesgos y las estrategias que podemos construir con ellas.

Contenido

Introducción

Veamos una introducción a las opciones financieras, antes de hablar sobre cómo podemos invertir en ellas.

Qué es una opción financiera

Las acciones son derivados financieros que nos dan la posibilidad, pero no la obligación, de comprar o vender un activo, en una fecha futura, a un precio previamente negociado.

Veámoslo con un ejemplo: es el 1 de enero de 2024 y las acciones de Apple cotizan a 100 dólares. Si somos optimistas sobre el futuro de la empresa, podemos comprar acciones de Apple directamente, o comprar una opción que nos permite comprar acciones en el futuro a un precio determinado.

Imaginemos que existe una opción que nos da el derecho de comprar una acción de Apple el 20 de marzo de 2024 por 105 dólares. Esa opción tiene un coste para nosotros, digamos 3 dólares.

Así pues, ¿para qué íbamos a comprar la opción? Nos cuesta 3 dólares y nos permite comprar la acción a 105 dólares, cuando ésta cotiza a 100 dólares. Pues porque, al ser una opción, no estamos obligados a comprarla.

Si el 20 de marzo de 2024 Apple cotiza a 70 dólares, no vamos a tener que comprar la acción. Solamente habremos perdido los 3 dólares de la opción. Pero no habremos sufrido ninguna pérdida importante, puesto que no llegamos a comprar la acción, ni a 100 ni a 105 dólares. Y ahora la podemos comprar a 70.

Por el contrario, si Apple cotiza a 130 dólares, vamos a poder comprar la acción por solamente 105. Con lo que conseguiríamos una ganancia importante. Sí que es cierto que comprar la acción directamente a 100 hubiera sido mejor, pero eso también nos habría expuesto a pérdidas potenciales.

Por lo tanto, la opción nos ha permitido beneficiarnos de las subidas, sin tener que asumir ningún tipo de riesgo. Y el coste que eso tiene es el precio de la opción: los 3 dólares que hemos pagado.

Veamos, a continuación, los dos tipos de opciones que existen:

Opciones call

Las opciones call nos dan el derecho a comprar un activo en el futuro, a un precio ya fijado, pero no la obligación. Son ideales para quien crea que el precio de una acción u otro activo tiene potencial para subir. El ejemplo que hemos visto anteriormente hacía referencia a una opción call.

Así pues, si Adidas cotiza a 200 euros por acción, una opción nos daría el derecho a comprar acciones de Adidas a un precio determinado en el futuro. Esto nos permitiría conseguir beneficios si el precio de la acción sube, pero no perderíamos dinero si el precio de la acción cayera.

Opciones put

Las opciones put nos dan el derecho a vender un activo en el futuro, a un precio ya fijado, pero no la obligación. Las opciones put son ideales para los que piensen que el precio de una acción u otro activo tiene potencial para caer en el futuro.

Por lo tanto, si Adidas cotiza a 200 euros por acción, una opción put nos permitiría vender acciones de Adidas a un precio determinado en el futuro. Gracias a ello, podríamos conseguir beneficios si el precio de Adidas cae, pero no sufriríamos pérdidas si el precio subiera.

Características principales de las opciones

Estas son las características principales de las opciones financieras:

  • Tipo de opción: call (derecho a comprar) o put (derecho a vender)
  • Activo subyacente: aquello que la opción nos da derecho a comprar o vender. Por ejemplo, acciones de una empresa, un índice bursátil, oro u otras cosas.
  • Strike: el precio al que podremos comprar o vender el activo subyacente
  • Cantidad: la cantidad del activo subyacente que la opción nos permite comprar. Por ejemplo, una opción nos puede permitir comprar 100 acciones de Apple a un precio determinado.
  • Fecha de vencimiento: la fecha en la que la opción vence (deja de existir) y nosotros debemos decidir si compramos o vendemos el activo subyacente al precio strike. O si preferimos no hacerlo.
  • Tipo de vencimiento: cuándo podemos ejercer la opción. Existen 2 formas principales:
    • Opciones europeas: sólo podemos ejercer la opción en la fecha de vencimiento.
    • Opciones americanas: podemos ejercer la opción en la fecha de vencimiento o antes.
  • Precio de la opción: las opciones tienen un precio, o sea, que cuestan dinero. Y es importante entender si el precio es atractivo o no, en función de la estrategia que queramos implementar. El precio depende mucho de la volatilidad implícita, que analizamos en el siguiente apartado.
  • Nuestra posición: si compramos o vendemos una opción en concreto. Discutiremos las distintas estrategias más adelante.

Lo más fundamental es entender cuáles son los riesgos y el potencial para nosotros. Y eso depende de si nosotros somos los compradores o los vendedores de esas opciones.

De qué depende el precio de una opción

El precio de una opción viene determinado por sus características, como es obvio. No obstante, es clave entender la relación entre éstas y el precio. A fin de cuentas, el precio de las opciones viene fijado por una fórmula matemática con múltiples variables:

A continuación, vemos las principales variables del precio de una opción:

  • Strike: el precio strike (de ejecución) es una variable clave. Para una opción call (de compra), un strike bajo hace que la opción sea más cara, puesto que nos permite comprar el subyacente a un precio menor. Para una opción put (de venta), un strike alto hace que la opción sea más cara, ya que nos permite vender a un precio mayor.
  • Precio actual del activo subyacente: ¿a qué precio cotiza el activo que la opción nos permite comprar o vender a un determinado precio en el futuro?
    Para opciones call, un precio actual del activo subyacente elevado hace que la opción sea más cara. Para opciones put, un precio actual del activo subyacente bajo hace que la opción sea más cara.
  • Fecha de vencimiento: cuanto más tarde sea el vencimiento, más cara será la opción. Esto se debe a que hay más tiempo para que el precio se mueva. Y recuerda que, con las opciones, el que compra la opción tiene mucho potencial y nada de riesgo.
  • Tipo de vencimiento: lo pongo aquí para clarificar. El tipo de vencimiento no es una variable importante en el precio de una opción. Realmente no hay diferencia entre el precio de una opción europea o americana.
  • Volatilidad implícita: es el elemento más difícil de entender, y el que nunca se puede saber de antemano si es correcto. En el siguiente apartado te hablo sobre ello específicamente. Pero, a nivel de precio, cuanto más alta sea la volatilidad implícita, más cara será la opción.

Volatilidad implícita de una opción

El precio de una opción viene determinado por una fórmula. En esta fórmula nos encontramos variables como el strike, el precio actual del subyacente, el tiempo que queda hasta vencimiento, los tipos de interés y la volatilidad implícita.

Como puedes apreciar, la volatilidad implícita es la única variable no observable en el mundo real. El resto de variables se pueden saber. Por lo que la forma en que sabemos cuál es la volatilidad implícita es fijándonos en el precio de la opción.

Es decir, en lugar de saber la volatilidad implícita y calcular el precio de la opción, lo hacemos al revés. Nos fijamos en el precio de la opción, y eso nos da la volatilidad implícita.

Con ese dato podemos saber si el mercado espera mucha volatilidad o no. Y, a más volatilidad esperada, más cara será la opción. Independientemente de si se trata de una opción call o put.

El motivo por el que más volatilidad es buena para las opciones es porque, con una opción, la pérdida que podemos sufrir se limita a lo que hemos pagado por la opción. En otras palabras, una vez hemos comprado la opción, ya no podemos perder nada más.

Sin embargo, las ganancias pueden ser varias veces lo que hemos pagado por la opción. Realmente las ganancias pueden llegar a ser ilimitadas. Y cuanta más volatilidad haya, mayor probabilidad de acabar consiguiendo grandes beneficios.

Piensa en el siguiente ejemplo: Apple cotiza a 100 dólares, y nosotros pagamos 3 dólares por una opción call que nos da el derecho, pero no la obligación, de comprar una acción de Apple por 105 dólares dentro de 3 meses.

Fijémonos por qué nos interesa, como tenedores de la opción, que la volatilidad sea muy alta:

  • Escenario de baja volatilidad: Apple puede a caer a 90 dólares (en cuyo caso perderemos los 3 dólares pagados por la opción) o subir a 110 dólares (en cuyo caso tendremos un beneficio bruto de 5 dólares de la opción, menos los 3 que hemos pagado, con lo que el beneficio neto será de 2 dólares).
  • Escenario de alta volatilidad: Apple puede caer a 70 dólares (en cuyo caso perderemos los 3 dólares pagados por la opción) o subir a 130 dólares (en cuyo caso tendremos un beneficio bruto de 30 dólares de la opción, menos los 3 que hemos pagado, con lo que el beneficio neto será de 27 dólares).

Como ves, las pérdidas potenciales son las mismas haya poca o mucha volatilidad. No obstante, los beneficios potenciales son mucho mayores cuando hay mucha volatilidad.

Lo único que debes tener en cuenta es que, si el mercado ya anticipa mucha volatilidad, la volatilidad implícita de la opción será elevada, con lo que la opción será cara si la queremos comprar.

El mejor escenario es aquél en el que nosotros sabemos que puede haber mucha volatilidad, pero el mercado no lo cree. En tal caso, la volatilidad implícita será baja, haciendo que la opción sea barata, y los beneficios potenciales muy sustanciales.

Sobre qué activos existen opciones

Realmente hay un sinfín de activos sobre los que podemos encontrar opciones, es decir, hay multitud de subyacentes disponibles. Pero estos son los más habituales:

Acciones

Las opciones sobre acciones son probablemente las más comunes del mercado. Se pueden encontrar para muchísimas empresas, calls y puts, con varias fechas de vencimiento y con strikes muy distintos.

Índices bursátiles y fondos ETF

También es muy común comprar y vender opciones sobre índices bursátiles y fondos ETF. Y estas opciones son muy variadas, por lo que se ajustarán a aquello que queramos implementar.

Obviamente muchos fondos ETF se dedican a replicar a índices bursátiles, como el S&P 500 o el DAX. Pero también existen opciones de fondos ETF más específicos, como el fondo de empresas mineras de oro GDX.

Commodities

Bien sea oro, plata o petróleo, las opciones sobre commodities son muy populares. También se pueden encontrar en forma de opciones sobre fondos ETF de oro, como el famoso GLD.

Bonos gubernamentales

Las opciones sobre bonos gubernamentales suelen ser utilizadas por profesionales, pero realmente están al alcance de cualquiera. Obviamente debemos estar familiarizados con las dinámicas de los bonos.

Las opciones sobre bonos gubernamentales nos permiten beneficiarnos de cambios en los tipos de interés. Si creemos que los tipos van a caer, los precios de los bonos subirán, por lo que nos interesan las opciones call. Si pensamos que los tipos pueden subir, los bonos caerían de precio, por lo que deberíamos comprar opciones put.

Divisas

Las opciones sobre divisas son muy interesantes. Se pueden usar para trading, para reducir riesgos, o simplemente para expresar nuestra visión sobre lo que puede ocurrir.

Por ejemplo, el yen japonés o el franco suizo suelen fortalecerse cuando hay problemas en los mercados. Por lo que podemos echar un vistazo a esas opciones si creemos que puede haber un crash a corto plazo.

Estrategias más comunes para invertir en opciones

Veamos cuáles son las estrategias más comunes que podemos implementar cuando compramos y vendemos opciones:

Comprar opciones call

Podemos comprar opciones call si pensamos que el precio de un activo puede subir de forma significativa en el futuro, pero también pensamos que podría caer.

Eso nos permitiría conseguir muy buenos beneficios si el precio del activo realmente sube mucho. Y, al mismo tiempo, si el precio del activo cae, nuestras pérdidas quedarían limitadas al precio que hemos pagado por la opción.

Comprar opciones put

Las opciones put son muy interesantes cuando creemos que el precio de un activo puede caer de forma sustancial. Eso nos permitiría vender ese activo a un precio superior, y conseguir beneficios.

Hay dos escenarios distintos en los que compramos acciones put.

En el primero nosotros poseemos el activo para el cual compramos acciones put, con lo que lo hacemos para reducir riesgo. Son una forma de seguro.

Por ejemplo, si tenemos muchas acciones norteamericanas, podríamos comprar una opción put sobre el S&P 500. Eso nos compensaría parte de las pérdidas de nuestras acciones si hay un crash, sin tener que renunciar a conseguir beneficios en caso de que no haya un crash, sino un rally.

El segundo escenario es aquel en el que simplemente creemos que el precio de un activo puede caer. Pero no lo poseemos de antemano. Eso se daría si vemos que un activo ha subido mucho de precio, muy rápido, y creemos que una corrección es probable.

Vender opciones call

Cuando vendemos opciones, debemos entender que estamos al otro lado de la ecuación. Seremos nosotros quienes cobremos por vender la opción. Pero también somos nosotros los que podemos llegar a sufrir pérdidas muy elevadas.

Si decidimos vender opciones call sobre acciones, lo más probable es que tengamos una de las siguientes motivaciones.

Por un lado, podemos vender opciones call de activos que poseemos. Eso se puede hacer cuando creemos que el potencial de subidas de esos activos es limitado a corto plazo, pero creemos en ellos a largo plazo, por lo que no los queremos vender.

Es una buena forma de conseguir dinero extra, puesto que realmente no nos exponemos a pérdidas adicionales por vender esas opciones call. Lo único “malo” que puede ocurrir es que el precio de esos activos se dispare. Pero en tal caso lo único que ocurriría es que el beneficio por encima del strike iría al comprador de la opción. Pero no perderíamos nada, ya que nosotros seguiríamos poseyendo ese activo.

A esta estrategia de vender opciones call sobre activos que poseemos se la conoce como covered call.

Por el otro lado, también podemos vender opciones call de activos que no poseemos. Eso tiene mucho riesgo, ya que las pérdidas pueden ser ilimitadas. A fin de cuentas, el precio del activo subyacente, como una acción, podría ir a infinito.

Eso se puede hacer con activos que se han encarecido muchísimo, y para los que la volatilidad implícita es muy alta. Con lo que cobraríamos mucho dinero al vender la opción, al mismo tiempo que pensamos que es muy improbable que el precio del activo siga subiendo.

Vender opciones put

Si vendemos opciones put, también estamos asumiendo un riesgo considerable, puesto que las pérdidas pueden llegar a ser muy mayores que la prima que hemos cobrado al vender la opción.

No obstante, el potencial de pérdidas en este caso no es ilimitado, ya que la caída máxima que podría experimentar el subyacente sería del 100%.

Otra ventaja de vender opciones put es que suelen tener una volatilidad implícita más elevada que las opciones call, con lo que sus precios serán más altos y conseguiremos más dinero. Esto se debe a que suele haber más interés en comprar opciones put que opciones call, debido a que muchos inversores compran opciones put como un seguro “anti-crash”, empujando su precio hacia arriba.

Históricamente, el mejor momento de vender opciones put es precisamente cuando ya ha habido un crash bursátil, digamos del 30-40%, pero sigue habiendo mucho pánico en los mercados, por lo que la volatilidad implícita sigue siendo muy elevada.

En tal caso, recibiríamos mucho dinero por vender esas opciones put. Y la probabilidad de que el mercado siguiera cayendo, sería muy baja, limitando el potencial de pérdidas.

La otra situación en la que nos interesa vender opciones put es cuando realmente queremos comprar un activo, pero éste ha subido mucho de precio recientemente. Por lo que no nos apetece tener que pagar un precio tan alto.

En tal caso, recibiríamos algo de dinero al vender opciones put. Y si el precio del activo cae, ocasionándonos pérdidas en la opción, lo compensaríamos teniendo la oportunidad de comprar ese activo a un precio inferior al que hubiésemos pagado por él en el momento de vender la opción put.

Y si el precio del activo no cae, sino que sigue subiendo, pues al menos habríamos cobrado el precio de la opción que hemos vendido.

Estrategias más complejas con opciones financieras

También se pueden llevar a cabo estrategias mucho más complejas con opciones, como bull spreads, put spreads, collars, straddles o strangles. Todas ellas tienen que ver con comprar o vender dos acciones al mismo tiempo. Y se pueden combinar. Hablaré de ellas en futuros artículos.

Conclusión

Las opciones sobre acciones y otros activos financieros son instrumentos geniales para invertir y llevar a cabo multitud de estrategias. Podemos proteger nuestra cartera, expresar nuestras visiones sobre el mercado, o especular controlando los riesgos que estamos asumiendo.

Al mismo tiempo, debemos ser conscientes de que se trata de derivados financieros. Por lo que son complejas de entender, y de comprar y vender. Además, también nos pueden ocasionar pérdidas muy importantes si no sabemos lo que hacemos.

Obviamente, la forma de no exponernos a pérdidas muy gordas sería limitarnos a comprar acciones, y no venderlas. Con eso limitaríamos nuestras pérdidas potenciales a las primas pagadas por las opciones.

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Finanzas Claras

Publicado en Aprende a invertir

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