Invertir en África no es para todo el mundo, pero puede ofrecernos oportunidades excelentes. El rol del continente en la economía mundial aumentará durante las próximas décadas. Por este motivo resulta fundamental hacer un análisis de los motivos a favor, y en contra, para invertir en África.
Contenido
Introducción
África es el segundo continente más poblado del mundo, con unos 1.300 millones de habitantes. Y cuenta con el mayor crecimiento demográfico del planeta, por lo que se estima que su población para el año 2050 habrá superado los 2.000 millones de personas.
África también es el continente más pobre y menos desarrollado. Su esperanza de vida es corta en comparación con la de otros continentes, y su edad media es la más baja, haciendo que tenga la población más joven.
No hay duda de que la región va a tener que hacer frente a retos extraordinarios a lo largo del siglo 21. No obstante, esto va acompañado de oportunidades increíbles. Y para aquellos con visión, paciencia y tolerancia al riesgo, invertir en África puede ser extremadamente interesante.
La gran historia de éxito económico desde 1980 ha sido el espectacular crecimiento de China. Gracias a ello, cientos de millones de personas que antes vivían bajo el umbral de la pobreza, han pasado a disfrutar de un nivel de vida relativamente bueno, y mejorando.
India es el otro gran país que puede experimentar una mejora igual de increíble durante las próximas décadas. Y estos niveles de crecimiento económico van acompañados de rendimientos espectaculares para aquellos que han invertido en esas regiones.
Así pues, hay muchas razones para ser optimistas sobre el futuro crecimiento económico del continente africano. A continuación, analizamos los motivos a favor y en contra para invertir en África.
Motivos a favor
Analicemos en primer lugar los aspectos que nos hacen ser optimistas:
Demografía creciente
Una de las diferencias más importantes entre el mundo desarrollado y África es su demografía. Mientras que Europa, incluyendo sus países emergentes, América del Norte y Asia Oriental tienen poblaciones estancadas o en declive, la población africana sigue aumentando a una velocidad vertiginosa.
De hecho, se podría decir que, en la mayoría de países del continente africano, la tasa de crecimiento de la población es demasiado alta, haciendo que esas sociedades sigan siendo pobres. Esto tiene fácil explicación: una familia con muchos hijos lo tiene más difícil para aumentar su nivel de vida.
Sin embargo, a pesar de que podríamos pensar que eso es una desventaja a la hora de invertir en África, creo que la lectura debe ser positiva. ¿Por qué? Pues porque lo más probable es que ese crecimiento demográfico se modere a lo largo de las próximas décadas.
Y con una población joven, que aún crece, pero a tasas que tienden a estabilizarse, esas personas tendrán mayor capacidad para formarse, trabajar, prosperar, ahorrar, consumir e invertir. Todos factores muy positivos para el crecimiento económico de África a largo plazo.
Países aún en desarrollo
A pesar de que algunas regiones de África son ricas, la gran mayoría del continente no lo es. Esto significa que es una región donde aún está prácticamente todo por construir. Por lo que los retornos pueden ser muy elevados.
Ya sabemos que, a largo plazo, los países emergentes ofrecen rendimientos potenciales superiores. Esto se debe a sus tasas de crecimiento más elevadas. E incluso los países más pudientes de África, como Sudáfrica, siguen siendo países emergentes.
Como con todo, el precio a pagar por invertir en mercados emergentes y beneficiarnos de ese potencial es un mayor nivel de riesgo. Estos mercados son menos eficientes y más vulnerables a sufrir un fuerte crash. Por este motivo, si estamos dispuestos a invertir en África, lo mejor es mentalizarnos de que se trata de una inversión a largo plazo.
Vastos recursos naturales
Multitud de países de África tienen la fortuna de contar con vastos recursos naturales. Bien sea el petróleo en Nigeria, los metales preciosos en Sudáfrica o el cobalto en el Congo, lo cierto es que el continente cuenta con ingentes reservas de valiosas commodities.
Contar con recursos naturales no es necesario para que un país sea próspero. Todos conocemos el ejemplo de países como Suiza o Japón. Y tampoco es garantía de que vayan a serlo, como podemos observar en Venezuela.
Pero es innegable que contar con recursos es una gran ventaja, puesto que pueden asegurar la entrada de importantes divisas y facilitar la inversión en infraestructuras.
Por si esto fuera poco, gran parte de la comunidad inversora cree que los próximos años pueden ser altamente inflacionarios. Y uno de los activos que mejor reacciona ante tal panorama, además de las acciones de los mercados emergentes, son las mismas commodities.
Mercado poco popular (valoraciones bajas)
Por último, cabe destacar que invertir en África no es algo que lleven a cabo la mayoría de inversores. Y esto hace que las valoraciones de su mercado sean más bajas de las que podemos encontrar en los mercados desarrollados.
Casi toda la exposición a África de aquellos que cuenten con carteras internacionales, se puede reducir al peso que tiene Sudáfrica dentro de los índices de países emergentes. Y, para ponerlo en perspectiva, Sudáfrica tan solo representa alrededor del 1% del índice MSCI Emerging Markets.
En otras palabras: la inversión en África es algo muy poco común. En este sentido, se trata, sin lugar a dudas, de una decisión contrarian. O sea, una decisión que va en contra de lo que hacen la mayoría de los inversores.
Y la historia de las finanzas nos demuestra que el potencial de rendimiento de una inversión suele ser diametralmente opuesta a su popularidad. Por lo que invertir en África puede acabar siendo una genial decisión a largo plazo.
Motivos en contra
Ahora que ya hemos analizados algunas de las razones por las que invertir en África, veamos los riesgos más importantes que eso conlleva.
Países inestables
El riesgo más importante a la hora de poner nuestro dinero en África es que algunos países son muy inestables. Guerras civiles, guerras entre países, nacionalizaciones, etc. Multitud de cosas pueden ocurrir a las que no estamos acostumbrados si solemos invertir exclusivamente en mercados desarrollados.
Dejando de lado el aspecto humanitario, como inversores esto nos puede afectar de dos formas distintas:
Por un lado, algunas de nuestras inversiones correrán el riesgo de ser nacionalizadas, o simplemente de ver cómo sus operaciones deben cesar en cualquier momento. Y esto puede ocurrir de forma absoluta o parcial.
Por ejemplo, si hemos invertido en una empresa minera de oro en Zimbabue, ésta puede ser tomada por el gobierno en cualquier momento, lo cual sería una nacionalización total. No obstante, es mucho más común ver cómo se producen nacionalizaciones parciales.
En tal caso, la empresa propiedad de la mina podría continuar con sus operaciones de extracción y exportación de oro, pero teniendo que pagar impuestos o tasas más elevadas. De facto esto significa que un mayor porcentaje del oro a extraer es propiedad del gobierno y no de los accionistas.
Por el otro lado, incluso si no nos vemos afectados por tales circunstancias, lo que sí puede ocurrir es que, debido al riesgo de que tales eventos ocurran, nuestras inversiones no suban demasiado, porque la mayoría de inversores sigue teniendo miedo.
Veámoslo con el mismo ejemplo de una mina de oro. Cuando sube el precio del oro, la cotización bursátil de una empresa minera de oro se suele disparar. A fin de cuentas, una subida del precio del metal del 20% se puede traducir en que los beneficios de la empresa se duplican.
No obstante, un mayor precio del oro también suele ir acompañado de un mayor riesgo de nacionalización total o parcial. Por lo que la cotización bursátil de la empresa establecida en Zimbabue puede subir menos que si estuviera en una jurisdicción más segura, como Australia o Rusia.
Corrupción
La corrupción es un problema en cualquier país. No obstante, hay que mencionar que está muy presente en muchos países del continente africano. Y ése es un factor a tener en cuenta.
Un nivel de corrupción elevado es preocupante porque demora las actividades empresariales y los trámites burocráticos, encarece muchos procesos, y representa una amenaza para el funcionamiento normal de un negocio.
A pesar de que se están haciendo mejoras en ese aspecto, la corrupción sigue siendo una preocupación importante para los que deseen llevar a cabo inversiones en África.
A fin de cuentas, la seguridad jurídica es tan importante, o más, que el propio crecimiento económico.
Divisas débiles
Otra de las desventajas de invertir en África es que la mayoría de los países del continente tiene divisas muy débiles. Esto es consecuencia de tener sistemas políticos donde una minoría es capaz de aprovecharse de las instituciones públicas para su propio beneficio.
Para nosotros como inversores, las divisas débiles hacen que los beneficios empresariales y los dividendos de nuestras acciones mermen a la hora de convertirlos en una divisa más fuerte, como el euro o el dólar.
Además, una consecuencia secundaria de las divisas débiles es que dificultan el desarrollo de un mercado financiero fuerte en el país. Eso dificulta tanto la inversión de los ahorros de la población, como el acceso a capital por parte de las empresas.
Por este motivo, si nos interesa invertir en África y minimizar el riesgo divisa, podemos buscar países con divisas relativamente fuertes, como Sudáfrica o Marruecos, o acciones de empresas que se dedican a exportar su producción en los mercados internacionales, siendo capaces por lo tanto de vender sus productos en dólares, o incluso en yuan.
Poca liquidez
Por último, otro de los inconvenientes de invertir en África es la poca liquidez de sus mercados financieros. Esto se debe al bajo número de participantes activos. Y, a raíz de ello, hay dos cosas que debemos tener en cuenta:
En primer lugar, no es recomendable estar comprando y vendiendo continuamente. Los costes de transacción van a ser elevados, haciendo que nuestro rendimiento efectivo sea menor. Y la volatilidad del mercado hará que nos perdamos buenas subidas.
En segundo lugar, cuando haya una crisis, incluso aunque a nivel económico ésta se limite a los países desarrollados, es muy probable que el mercado se desplome. Esto se debe a que la falta de liquidez puede hacer que los deseos de vender de unos pocos inversores acaben hundiendo el mercado.
Por este motivo, debido a la baja liquidez, si te decides por invertir en África, lo mejor será que lo hagas pensando en el largo plazo.
Los fundamentales del continente son buenos, a pesar de sus riesgos. Por lo que no debemos exponernos al riesgo adicional de vernos seriamente afectados por la falta de liquidez. Una vez el dinero esté invertido, lo recomendable será simplemente tener paciencia.
Invertir en África con un fondo ETF
Ahora que ya hemos visto los motivos a favor y en contra a la hora de apostar por el continente africano, también nos será muy útil ver de qué forma podemos llevarlo a cabo mediante un fondo ETF.
Esto nos facilitará la inversión, puesto que no será necesario buscar y analizar empresas sueltas, sino simplemente poner nuestro dinero de forma diversificada y apostar por la mejora económica de la región.
Una cosa a tener en cuenta es que muchos de los países de África cuentan con muy pocas empresas cotizadas. Por lo que a la hora de invertir en un fondo ETF, verás que hay unos cuantos países que están mucho más representados que el resto.
En general, los países africanos con los mayores mercados bursátiles son Sudáfrica, Nigeria, Marruecos, Egipto y Kenia.
Un fondo ETF para invertir en África es el AFK VanEck Vectors Africa ETF. Éste sigue al índice bursátil Dow Jones Africa Titans 50, propiedad de S&P Dow Jones, y está compuesto por 50 de las mayores corporaciones africanas.
Otro índice bursátil interesante es el MSCI Frontier Markets Africa, propiedad de MSCI, y compuesto por unas 30 empresas, cifra que varía a lo largo del tiempo, y que aumenta a medida que el número de empresas que cumplen con los criterios del índice también aumenta.
Obviamente, otra opción para invertir en África mediante fondos ETF es elegir a aquellos que siguen a países en concreto. Algunos ejemplos serían el iShares MSCI South Africa o el iShares MSCI Nigeria.
Conclusión
Espero que este análisis sobre los motivos a favor y en contra a la hora de invertir en África te haya resultado útil. A pesar de que el continente aún tiene mucho que mejorar, las oportunidades están ahí. Y no hay duda de que su rol en la economía del futuro va a aumentar.
Obviamente, te recomendaría que te informaras bien, y que no olvides que diversificar es siempre clave. Diversificar no es conformarnos con rendimientos menores. La buena diversificación es la que nos permite optar a los mismos rendimientos potenciales, sin sobreexponernos al riesgo de grandes pérdidas.
Y recordar esto siempre es importante a la hora de invertir. Pero aún más importante cuando ponemos nuestro dinero en mercados emergentes.
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