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Inversiones con Convexidad

La convexidad es uno de los conceptos más importantes a la hora de analizar inversiones. También es uno de los más desconocidos e ignorados por parte de los inversores. Veamos lo que es y cómo encontrar inversiones con convexidad.

Contenido

Introducción

Cuando logres entender qué es realmente la convexidad, verás que es uno de los conceptos más poderosos a la hora de invertir. Al mismo nivel que la diversificación. De hecho, ambos conceptos forman parte de un trio imbatible: convexidad, diversificación y disciplina.

En términos geométricos, la convexidad de una curva sería la forma que tiene una redonda en su parte inferior. Aplicado a las finanzas y a la economía, se usa para describir cómo dos variables están relacionadas entre sí. Por ejemplo, podríamos hacer un gráfico que nos mostrara cómo cambian los beneficios de una empresa cuando aumentan sus ventas.

Un gráfico convexo sería aquel en el que, a medida que aumentan las ventas, los beneficios aumentan a un ritmo cada vez mayor. Y eso es, sin lugar a dudas, una cosa positiva. Veamos cómo usar el concepto de convexidad a la hora de invertir.

Origen del concepto de convexidad en el mundo financiero

El origen de convexidad en los mercados financieros viene de la renta fija. Se usa para describir la relación existente entre el precio de un bono y su tasa de interés. El precio y la tasa de interés son dos variables que se mueven de forma opuesta.

Cuando aumenta el precio de un bueno, éste se encarece, por lo que se reduce su tasa de interés. Cuando el precio del bono cae, su tasa de interés aumenta, ya que la rentabilidad potencial es ahora mayor.

Si fuéramos a ilustrar de forma gráfica cómo se mueven los precios y las tasas de interés, no nos saldría una línea. Nos saldría una curva. Y esa curva sería probablemente convexa. Lo que eso nos dice es que las subidas de precio son mayores cuando la tasa de interés cae, de lo que son las caídas de precio cuando la tasa de interés sube.

Por poner un ejemplo, tenemos un bono con un precio de 100 euros y una tasa de interés del 2%. La convexidad nos indicaría que, si la tasa de interés cae al 1%, el precio del bono subirá a 110 euros. Sin embargo, si la tasa de interés sube al 3%, el precio caerá solamente a 92 euros. Como ves, la convexidad es algo muy positivo para los bonos.

Qué es la convexidad de las inversiones

A la hora de analizar inversiones en general, más allá del mercado de renta fija, la convexidad nos indica que las ganancias potenciales de una inversión son mayores que las pérdidas potenciales. Esa cualidad resulta atractiva, ¿verdad?

Si compramos una acción por 50 euros, sabemos cuál es nuestra máxima pérdida potencial: 50 euros. Eso ocurriría en caso de que la empresa quebrase. Sin embargo, si elegimos bien y tenemos suerte, no hay límite máximo para el precio de esa acción. Teóricamente podría subir hasta el infinito. Y si bien es cierto que el infinito es algo poco factible, también es cierto que ese precio de 50 euros se puede multiplicar varias veces.

Obviamente, invertir no se limita a escoger simplemente los activos con mayor potencial si las cosas salen bien. A fin de cuentas, la probabilidad de que algo suba mucho o baje mucho no es del 50%. Y el precio al que compramos un activo también es un aspecto importante, puesto que, si algo ya ha subido mucho de precio, a lo mejor el potencial que le queda empieza a ser menor.

Ahí es donde viene la diversificación. La idea es combinar distintos activos cuyas rentabilidades futuras no estén altamente correlacionadas. Allí habrá activos con menor potencial de ganancias y menor potencial de pérdidas. Y activos con mayor potencial, tanto para ganancias como para pérdidas. Pero lo importante es que todos esos activos tengan, a poder ser, convexidad positiva.

Un patrimonio lleno de activos con convexidad positiva es la mejor forma de asegurarnos de que los rendimientos del futuro sean positivos y sólidos. Al mismo también, también es la mejor manera de evitar sufrir grandes pérdidas cuando hay una crisis.

Ahora que ya hemos visto qué es la convexidad y el poder de combinar convexidad con diversificación, hablemos sobre qué activos nos conviene comprar si queremos añadir convexidad a nuestro patrimonio.

Inversiones con convexidad

Hay muchos tipos de inversiones con convexidad, puesto que la convexidad depende del precio al que cotiza un activo, su potencial intrínseco y las circunstancias actuales. No obstante, aquí nos vamos a centrar en los activos que, en general, siempre cuentan con convexidad positiva a largo plazo.

Acciones

Las acciones son uno de los activos con convexidad por excelencia. Las acciones nos suelen dar rentabilidades positivas cuando la economía crece y los precios aumentan de forma moderada.

Debido a que, a largo plazo, la economía suele crecer, nos interesa tener acciones. Al mismo tiempo, la inflación casi siempre es positiva, cosa buena para las acciones, aunque debemos evitar que sea demasiado alta.

Como consecuencia, las acciones tienen un potencial de crecimiento ilimitado. A largo plazo y de forma diversificada, las ganancias serán casi seguras y probablemente muy elevadas. En caso de que las cosas vayan mal, habría un crash y las pérdidas podrían ser muy fuertes. Pero recuerda que no podemos perder más del 100% de lo invertido.

Inmuebles

Otro de nuestros activos predilectos son los inmuebles. Éstos ganan cuando hay crecimiento económico e inflación. De hecho, si la inflación es muy elevada, los inmuebles son de los mejores activos que podemos poseer.

Como con todo, las ganancias no están necesariamente aseguradas. Ni a corto, ni a largo plazo. El precio de los inmuebles en Japón es hoy en día un 50% inferior al precio de 1990. Como ves, podemos tener pérdidas. De ahí la necesidad de diversificar.

Pero mientras los inmuebles japoneses han perdido la mitad de su valor a lo largo de estas tres décadas, los inmuebles en España, Reino Unido o Estados Unidos han visto cómo los precios se multiplicaban. Esa es la esencia de la convexidad en las inversiones.

Oro

El oro es un activo muy interesante. No produce nada, tan solo es un metal. Pero lleva siendo dinero desde hace más de 5.000 años y es un activo refugio. El oro es el mejor activo que podemos poseer si hay una crisis monetaria. Y no olvidemos que la situación monetaria actual es de locos.

El precio del oro puede corregir y caer de forma importante si la economía, la inflación, los tipos de interés y el ritmo de expansión monetaria se normalizan. Sin embargo, si echamos un vistazo a las cuentas de los países y los bancos centrales, veremos que ese escenario es poco probable.

Si los problemas económicos acaban causando deflación, lo más probable es que la política monetaria se radicalice aún más y la impresión monetaria se intensifique. Eso haría perder credibilidad a las divisas nacionales en favor del oro, que gozaría de importantes subidas.

Por el otro lado, si la inflación se descontrola y el dinero empieza a perder valor de forma rápida, la credibilidad de las divisas caerá todavía más. En tal evento, el precio del oro podría subir de forma exponencial.

Como ves, el oro es otro activo con mucha convexidad, si bien por motivos distintos. Otra ventaja de la diversificación.

Bitcoin

Por último, teníamos que hablar de Bitcoin. Bitcoin es una criptodivisa sin banco central. Sus fans dicen que tiene las cualidades perfectas para ser la moneda del futuro. La cantidad existente de Bitcoin es limitada y no se pueden crear más, como el oro. Y, además, al ser un activo digital, es más fácil de usar que el oro.

La realidad es que nadie sabe lo que va a ocurrir con Bitcoin. A fin de cuentas, siendo un activo digital, a lo mejor los gobiernos empiezan a monitorizar el uso de aparatos electrónicos para perseguir a sus usuarios. El riesgo está ahí. Y bajo este punto de vista, su valor podría eventualmente caer a 0.

No obstante, Bitcoin también tiene el potencial de subir como un cohete. Ya lo ha demostrado en el pasado. Y para muchos ciudadanos del mundo que no pueden comprar oro, Bitcoin ofrece la posibilidad de comprar un activo que los bancos centrales no pueden imprimir.

Por estos motivos, es obvio que Bitcoin es un activo con muchísima convexidad. Sí, a lo mejor la probabilidad de perder dinero es superior a la de ganar dinero. Pero la pérdida máxima es del 100% de lo invertido. Mientras que la ganancia máxima puede ser astronómica. De ahí que pueda tener sentido poner algo de dinero ahí.

Convexidad en tu vida

Para finalizar el artículo, me gustaría hablar de la convexidad en nuestras vidas. A fin de cuentas, podemos analizar nuestras acciones como si fueran inversiones. Por este motivo resulta clave llevar a cabo actividades que tengan mucho potencial con riesgo limitado.

Si te estás planteando estudiar algo, cambiar de trabajo, empezar una empresa o un proyecto, mudarte de país, etc. piensa en la convexidad. Analiza las cosas que arriesgas y que podrías perder, y compáralas con las cosas que podrías ganar.

A menudo te darás cuenta de que tomar la decisión arriesgada es lo adecuado.

Si te ha gustado el concepto de convexidad, te dejo el enlace a un artículo en el que hablo de los CDS, un tipo de derivado financiero con mucha convexidad:
Qué es un Credit Default Swap (CDS)

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Publicado en Aprende a invertir

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