En este artículo hablaremos sobre los intereses negativos en la deuda soberana de los países, incluida España, llevando a cabo un análisis muy simple sobre por qué existen, quién gana con ellos, y quién pierde.
Contenido
- ¿Qué es el Tipo de Interés?
- La Era antes de los Intereses Negativos
- Cómo aparecieron los Intereses Negativos
- Inversores comprando Deuda con Intereses Negativos
- Ganadores de los Intereses Negativos
- Perdedores de los Intereses Negativos
¿Qué es el Tipo de Interés?
El tipo de interés no es otra cosa que el precio del dinero.
Si queremos pedir un crédito para comprar un coche, vamos a tener que pagar intereses. Cuanto más altos sean los intereses, más caro es el precio del dinero, por lo que nuestras cuotas mensuales serán superiores.
Si ponemos nuestro dinero en una cuenta de ahorro en el banco, puede ser que nos paguen intereses. A mayor tipo de interés, más dinero vamos a recibir. Es así de simple.
Cuando un gobierno quiere gastar más dinero del que ingresa, tiene la opción de pedir dinero prestado. Para ello, el estado suele emitir bonos en los mercados de deuda.
Un bono viene a ser una promesa por parte de alguien de pagar una cantidad de intereses durante un determinado tiempo y devolver el dinero a vencimiento. Por ejemplo, el estado español puede decidir emitir un bono en el que promete pagar un 3% de interés anual durante 10 años y devolver el dinero prestado al cabo de esos 10 años. A cambio del bono, el estado recibe dinero hoy.
La motivación que tiene un inversor para darle dinero a un estado es, obviamente, los intereses. A fin de cuentas, nadie le prestaría dinero a alguien si supiera de antemano que iba a perder dinero, ¿verdad?
Pues bien, aunque nos pueda parecer extraño, la mayoría de países en la zona euro, incluyendo España, fueron capaces de emitir bonos con intereses negativos durante muchos años.
Eso no significa que los prestamistas tengan que pagar intereses. Los intereses negativos en bonos soberanos funcionaban de forma mucho más sencilla: te presto 1.000 euros hoy, y tú me devolverás 950 euros dentro de 10 años, sin pagar intereses durante esos 10 años.
A pesar de que no ha habido ningún pago de intereses, el prestamista ha perdido dinero, por lo que el interés negativo está incorporado en la cantidad de dinero que va a recibir en el futuro. La pregunta entonces es, ¿a quién se le ocurría prestar dinero en esas condiciones?
La Era antes de los Intereses Negativos
Antes de la era de los intereses negativos, los estados tenían que pagar intereses a los inversores por usar su dinero. Y los países mejor gestionados eran capaces de pagar menos intereses, puesto que los inversores no tenían miedo de perder su dinero.
Por el contrario, si un país demostraba de forma consistente una mala política económica, de despilfarro continuo, corrupción y poca responsabilidad, los inversores solo prestarían dinero si se vieran suficientemente recompensados por el riesgo adicional que estaban tomando. El mercado ejercía como un árbitro que decidía si un país debía seguir recibiendo dinero. Eso servía para motivar a los políticos a gestionar sus países de forma responsable.
Los mercados de deuda podían ser usados, pero no abusados. Puesto que un abuso tendría graves consecuencias, en forma de intereses más altos o la incapacidad total de conseguir más dinero, cosas que acabarían forzando a ese país a actuar de forma más responsable en el futuro.
Cómo aparecieron los Intereses Negativos
Sin embargo, a pesar de que los estados llevaban muchísimos años con déficits gigantescos y una montaña de deuda cada vez mayor, al final se vieron recompensados con la posibilidad de emitir deuda a intereses ridículos o incluso negativos. En otras, palabras, podían pedir dinero prestado y devolver menos en el futuro.
¿Por qué ocurría eso? Pues bien, a pesar de que se decía que era porque los inversores buscaban refugio para su dinero y estaban dispuestos a perder un porcentaje para preservarlo, en realidad todo tenía que ver con la política monetaria. A fin de cuentas, ¿no estaría también seguro el dinero en el banco a un 0% de interés?
Lo que ocurrió era tan solo una consecuencia deseada de las políticas llevadas a cabo por el Banco Central Europeo (BCE). Y se llevó a cabo a través de dos herramientas: compras de bonos y tipos de interés negativos para depositar dinero en el BCE. Veámoslo.
Por un lado, el BCE llevaba a cabo compras masivas de deuda. Esto se resume en que los países ya no tenían que ofrecer bonos que fueran atractivos para los inversores. El BCE creaba dinero y compraba esos bonos con dinero recién «imprimido».
Como el objetivo del BCE era que los países ya no tuvieran que pagar intereses, estaba dispuesto a prestar dinero sabiendo que la cantidad a recibir en el futuro sería inferior.
Claramente, los inversores privados no podrían competir en igualdad de condiciones: a lo mejor el precio que los inversores privados estarían dispuesto a pagar sería de 80, pero si ahora aparece alguien con dinero ilimitado (porque lo crea) dispuesto a pagar 120 por algo, pues el precio pasa a ser de 120.
Inversores comprando Deuda con Intereses Negativos
Sin embargo, si bien el BCE estaba comprando un porcentaje muy alto de la deuda de los países, seguía habiendo una parte de esa deuda financiada por inversores privados. ¿Pero por qué querría perder dinero un inversor privado dándoselo a un estado a intereses negativos
Regulación Financiera
Pues simplemente porque muchos inversores están obligados por ley a comprar bonos soberanos, o porque la alternativa sería perder aún más dinero.
Entre el grupo de inversores que están obligados por ley a comprar esos bonos, sea cual sea su rendimiento, incluso si los mismos representan una pérdida garantizada, podemos encontrar a las empresas de seguros, muchos fondos de pensiones y bancos.
En parte, esas regulaciones existen para crear demanda para los bonos del gobierno. A fin de cuentas, son los gobiernos quienes tienen poder para influir en cómo se diseñan las nuevas regulaciones financieras.
Alternativas menos atractivas
El otro motivo por el que alguien podría estar dispuesto a comprar bonos con intereses negativos es porque las alternativas era aún peores. Usemos el ejemplo de un banco.
Cuando tú haces un ingreso, el banco tiene la opción de hacer un préstamo o simplemente depositar ese dinero en el BCE. En el pasado, el banco a lo mejor nos ofrecía un 3% de interés a nosotros y después lo dejaba en el BCE porque le daba un 3,25%.
En la época de intereses negativos, el banco nos daba un 0% de interés a nosotros, y tenía la opción de depositarlo en el BCE a intereses negativos, de alrededor del -0,5%.
Como alternativa, el banco podía comprar un bono soberano con un rendimiento del -0,2% y perder algo menos. Sea como fuere, mal negocio para el banco. Y ese es el motivo por el que muchos bancos empezaron a cobrar a sus grandes clientes simplemente por depositar su dinero. Para pequeños depositantes, los bancos simplemente decidieron absorber esas pérdidas.
Ganadores de los Intereses Negativos
Habiendo analizado esta situación kafkiana, podemos ver quién ganaba con los intereses negativos.
Entre los ganadores debemos destacar, obviamente, a los estados. Su irresponsabilidad y sus malas gestiones fueron premiadas. Así pues, los políticos podrían seguir endeudando a su país, gastando el dinero de futuras generaciones, para comprar votos. Obviamente, algunos colectivos de la sociedad salían beneficiados, sobre todo aquellos que viven del estado. De un estado que realmente no tiene capacidad para pagarles lo que les paga.
Perdedores de los Intereses Negativos
Entre los perdedores tendríamos que destacar, obviamente, a las futuras generaciones de esos países. Ellos son los que pagarán los despilfarros de la era. Y lo pagarán mediante impuestos o inflación.
También debemos mencionar a todos aquellos que se veían forzados, directa o indirectamente, a financiar esos bonos. Fondos de pensiones y sus contribuyentes, ahorradores pequeños y grandes, empresas de seguros que se vieron forzadas a tener que subir sus primas, y bancos. Todos ellos perdían con los intereses negativos.
A nivel moral tendríamos que preguntarnos si ese sistema era justo y, sobre todo, si creaba los incentivos adecuados para que se llevaran a cabo decisiones cortoplacistas o decisiones que mejoren el bienestar de la economía a largo plazo.
Si quieres aprender lo que los tipos de interés nos dicen sobre el futuro de la economía, echa un vistazo al siguiente artículo:
¿Qué es una Curva de Tipos de Interés?
Y para suscribirte a mi newsletter, visita el siguiente enlace:
Finanzas Claras
Los comentarios están cerrados.