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Impuestos en Bélgica [2023] – Análisis completo

Última actualización 3 de abril de 2023

Bélgica es uno de los países medianos de la Unión Europea, y donde se encuentra la capital de la misma. Por lo que cuenta con una economía próspera y diversa. A continuación, analizamos los impuestos más importantes en Bélgica.

Contenido

Introducción

Con más de 11 millones de habitantes y una de las demografías más jóvenes de Europa Occidental, Bélgica es un país interesante para expats. Especialmente Bruselas, capital de facto de la Unión Europea. De hecho, se trata de uno de los países más internacionales del continente.

Situada entre Francia, Holanda y Luxemburgo, y al otro lado del canal respecto al Reino Unido, Bélgica está muy bien conectada geográficamente.

Su economía es próspera, con un PIB per cápita muy similar al de países como Alemania y Suecia, y superior al de Francia. Y su gastronomía también es un punto a favor.

Para aquellos que se estén planteando ir a vivir a Bélgica, o simplemente tengan curiosidad, en las siguientes secciones analizamos sus impuestos más importantes.

Esto nos permitirá saber cómo tributan los trabajadores, empresarios, inversores y consumidores.

Impuestos sobre las rentas del trabajo.

Empecemos viendo cuánto se paga por seguridad social.

Seguridad Social

Como en la mayoría de países occidentales, las rentas del trabajo en Bélgica se gravan antes que nada con cargos a la seguridad social. Y éste es uno de los países más onerosos en este aspecto, tanto para el empleado como para la empresa.

Así pues, los trabajadores en Bélgica tienen que pagar un 13,07% de su salario bruto a la seguridad social. Cabe remarcar que este importe se aplica sobre la totalidad del salario, independientemente de lo alto que sea.

Por su parte, las empresas pagan de media un 27% del salario bruto del trabajador a la seguridad social. Este importe tampoco está capado. Por lo que puede acabar siendo muy elevado para los empleados altamente remunerados.

Por lo tanto, el tipo conjunto para la seguridad social es del 40,07% de media. Cabe destacar, además, que hasta 2015 el tipo conjunto era del 47,7%.

Impuesto sobre la renta (IRPF)

Además de tener que contribuir a la seguridad social, los trabajadores en Bélgica también deben pagar impuestos sobre la renta, algo muy similar al IRPF en España.

Para ello lo primero es calcular la base imponible. Pues sobre la misma se calcularán los impuestos a pagar.

La base imponible resulta de tomar el salario bruto, restar el importe que el trabajador haya pagado directamente a la seguridad social, la deducción universal y la deducción estándar.

La deducción universal es de 9.050€ anuales. Mientras que la deducción estándar es de un 30% del salario bruto, con un importe máximo de 4.880€.

Por ejemplo, para un trabajador con un salario bruto de 80.000€, la base imponible se vería reducida en 10.400€ por seguridad social, 9.050€ por deducción universal y 4.880€ por deducción estándar. Con lo que los impuestos se calcularían sobre una base de 55.670€.

Algo a destacar es que en Bélgica se pagan dos tipos de impuestos sobre la renta: los federales y los locales.

Los impuestos federales se pagan al gobierno central y son los mismos para todo el mundo, independientemente de su lugar de residencia. Siguen una estructura progresiva con 4 tramos:

  • Hasta 15.200€: 25%
  • De 15.200 a 26.830€: 40%
  • De 26.830 a 46.440€: 45%
  • Más de 46.440€: 50%

A esto le tenemos que sumar los impuestos locales, que vienen determinados por el municipio de residencia. Este porcentaje se sitúa entre el 0 y el 9%, aunque la media nacional es del 7%. De hecho, los contribuyentes no residentes también son gravados con un tipo del 7%.

Este porcentaje local se calcula sobre la totalidad de la base imponible. Por lo que, como puedes ver, Bélgica es un país con impuestos muy elevados para los trabajadores.

Fiscalidad total para las rentas del trabajo

De tal forma que podamos ver cuál es la fiscalidad total para las rentas del trabajo en Bélgica, debemos tener en cuenta tanto lo que paga la empresa como lo que paga el trabajador. Eso nos permitirá ver qué porcentaje del dinero que desembolsa la empresa llega al bolsillo del trabajador.

Para ello tendremos en cuenta la seguridad social a cargo de la empresa, la seguridad social a cargo del trabajador, los impuestos federales y los locales.

La tabla que vemos a continuación nos muestra el coste total para la empresa y el salario neto para el trabajador, según distintos niveles de salario bruto. Tales cálculos son válidos para un trabajador sin hijos:

Como podemos apreciar, la fiscalidad es muy fuerte. Las rentas más bajas sufren una carga efectiva de aproximadamente el 35%. Las rentas medias sobre el 50-60%. Y las más altas se sitúan muy cerca del 70%.

Si quieres calcular qué salario neto te quedaría en Bélgica en función de tu salario bruto, puedes echar un vistazo a este enlace.

Impuestos sobre las rentas del capital y del ahorro

La otra forma que existe de generar rentas es mediante nuestros ahorros y capital. Veamos qué tratamiento fiscal reciben éstas.

Intereses

Los intereses reciben distinto tratamiento en función de si proceden de una cuenta bancaria o una inversión en un instrumento de renta fija.

Así pues, los intereses que recibamos directamente de nuestro banco, una utopía con la política monetaria del Banco Central Europeo, están exentos hasta los 980€ anuales. Lo que supere esa cifra se gravará al 15%.

Respecto a los intereses recibidos de instrumentos como bonos, la tasa aplicable será del 30%.

Dividendos

Los dividendos recibidos de nuestras inversiones bursátiles se gravarán al 30%, independientemente de lo que se haya retenido en origen en caso de que cobremos de una empresa situada fuera de Bélgica. Aunque los primeros 800€ están exentos.

Rentas inmobiliarias (alquileres)

Las rentas inmobiliarias también están sujetas al pago de impuestos. No obstante, su cálculo es algo curioso, puesto que no se basan en el importe real de los alquileres.

Para calcular la base imponible de las rentas inmobiliarias se toma el valor catastral del inmueble, y se multiplica por un porcentaje fijado por el gobierno regional, de entre el 2 y el 2,5%.

Partiendo de esta base imponible, se restan los gastos asociados a la posesión del inmueble, y se calculan los impuestos, usando los mismos tramos que para las rentas del trabajo.

Plusvalías

Las plusvalías en Bélgica están exentas de impuestos, siempre y cuando las autoridades consideren que son el resultado de la gestión normal de nuestro patrimonio, y no se hayan conseguido con fines especulativos.

Distintas reglas aplican en función de si hablamos de nuestra residencia habitual o nuestras inversiones bursátiles, o de si hemos invertido en inmuebles a corto plazo, o incluso en terrenos.

Impuesto de Sociedades

El impuesto de sociedades en Bélgica es del 25%. En este sentido, se sitúa en niveles muy similares a los de la mayoría de países europeos.

Cabe remarcar, sin embargo, que tal tipo es válido desde 2020, cuando fue reducido desde el tipo anterior del 29%. E incluso hasta 2016, el tipo era del 34%, uno de los más altos del mundo en su tiempo.

Las pequeñas empresas reciben un tratamiento ligeramente mejor, al ser capaces de tributar al 20% por los primeros 100.000€ de beneficios.

IVA

El consumo de bienes y servicios está gravado con el IVA, para el cual existen 4 tramos distintos:

El tipo general del IVA en Bélgica es del 21%, y se utiliza para todos los productos y servicios para los que no se aplican los tipos reducidos.

El primer tipo reducido es del 12% y se aplica a algunos alimentos, y a determinadas actividades del mundo de la construcción.

El segundo tipo reducido, del 6%, se aplica a muchos alimentos, restaurantes y bares, hoteles, viviendas de nueva construcción, productos farmacéuticos, transporte público, eventos deportivos y culturales, así como servicios de reparación de bicicletas y zapatos.

Por último, el tipo del 0% se aplica a la prensa diaria y al transporte aéreo y marítimo internacional.

Impuestos sobre la compra de una vivienda

En el caso de que queramos adquirir un inmueble en Bélgica, las autoridades fiscales del país nos van a hacer pagar impuestos.

Si compramos una vivienda de nueva construcción, como acabamos de ver en el apartado anterior, el IVA aplicable será del 6% del valor de la compra.

Si queremos comprar un inmueble de segunda mano en Bélgica, vamos a tener que pagar una tasa de registro, similar al impuesto de transmisiones patrimoniales. La misma será del 12,5% del importe más alto de entre el valor de la transacción o el valor de mercado de la vivienda según el fisco.

Las condiciones serían algo mejores en la región de Flandes. Allí, la tasa de registro es del 10% o, en el caso de estar adquiriendo nuestra única vivienda con la intención de vivir en ella, del 6%.

Situación de las finanzas públicas de Bélgica

La última sección que veremos antes de concluir el artículo es para analizar el estado de las finanzas públicas belgas. A fin de cuentas, para determinar si un país se va a ver forzado a subir impuestos en el futuro, lo más útil es echar un vistazo al nivel de deuda que tiene y la tendencia del mismo.

En este sentido, Bélgica es un país con un nivel de deuda pública muy considerable. Dentro de la Unión Europea, los países del sur de Europa, para los que se solía usar el acrónimo PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España), son los que tienen peores datos.

Pero justo detrás de ellos vienen Bélgica y Francia, dos países con impuestos elevadísimos y estados del bienestar poco sostenibles a largo plazo.

Por si esto fuera poco, Bélgica lleva muchas décadas con un nivel de endeudamiento público preocupante. De hecho, desde la década de los 70 del siglo XX las finanzas están en muy mal estado.

Esto se debe a que, ante las recesiones económicas provocadas por las crisis del petróleo de los años 1973 y 1979, y la pérdida de competitividad de muchos sectores industriales, el gobierno eligió la opción cortoplacista de hacerse cargo directamente de tales problemas.

Así pues, la plantilla del sector público creció de forma masiva en la década de los 70, con el único objetivo de absorber la mano de obra desempleada. Al mismo tiempo, el gasto en subsidios para mantener vivas empresas de sectores como el carbón, el acero o la construcción de barcos, aumentó drásticamente.

Tales decisiones, tomadas en una época en la que los ingresos fiscales estaban deprimidos, condicionó la política fiscal durante muchas décadas, y sigue siendo un lastre a día de hoy.

La gráfica a continuación nos muestra el nivel de deuda pública respecto al PIB del país:

Como podemos ver, la montaña de deuda a principios de los 90 era elevadísima. Y se redujo con el claro objetivo de poder entrar a forma parte de la unión monetaria europea.

Los niveles de deuda se mantuvieron elevados hasta el inicio de la crisis económica en 2008, evento que revirtió la tendencia descendente. Y durante la crisis de la deuda europea de 2012, Bélgica fue uno de los países que sufrió.

En general podemos decir que el riesgo a subidas de impuestos, si nos basamos en el estado de las finanzas del país, es muy real. Cosa que lo haría aún menos competitivo.

Conclusión

Como hemos sido capaces de ver a lo largo de este análisis sobre los impuestos en Bélgica, estamos hablando de un sitio con una fiscalidad muy onerosa. En otras palabras, este no es un país al que uno decide ir a vivir por sus condiciones fiscales.

Sin embargo, no hay duda de que, según lo que estés buscando, lo puedes encontrar allí. Especialmente en Bruselas, si te atraen instituciones como la Unión Europea, y todas las decisiones que se toman y afectan las condiciones de vida de cientos de millones de personas.

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Publicado en Impuestos Impuestos

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