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Impuestos en Australia – Análisis detallado [2023]

Última actualización 2 de enero de 2023

Australia es uno de los países más singulares del mundo. Y también uno de los más exitosos a nivel económico. En este artículo analizamos los impuestos más importantes en Australia. Esto nos permitirá saber si es un sitio atractivo para trabajadores y empresas.

Contenido

Introducción

Australia es un país único. Occidental y de tradición anglosajona, se trata de un país geográficamente enorme, pero con una población de tan solo unos 25 millones de habitantes. A pesar de eso, dos terceras partes de los residentes viven concentrados en las 5 áreas metropolitanas más importantes del país: Sydney, Melbourne, Brisbane, Perth y Adelaide.

Australia es también uno de los países más prósperos del mundo. Según el Banco Mundial, su PIB per cápita fue el 18º más alto del mundo en 2021. Esto lo sitúa por delante de países como Holanda, Alemania, Suecia, Canadá y Japón.

Gran parte de la economía depende de los recursos naturales. Así pues, Australia tiene la fortuna de contar con grandes reservas de oro, plata, hierro, níquel, cobre, uranio y zinc, entre otros. La mayor parte de estos minerales se exporta a sus vecinos asiáticos, principalmente China.

A raíz de eso, Australia es el país occidental con mayor exposición económica al gigante chino. Y, como no podía ser de otra forma, ya hace tiempo que los inversores chinos son los más importantes en el país.

Otro aspecto a destacar, si bien poco relacionado con la economía y los impuestos, es que Australia es de los pocos países anglosajones con buen clima. Eso hace que sea uno de los países predilectos a la hora de emigrar para ciudadanos de países como Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos o Sudáfrica.

Para concluir la introducción, debemos mencionar también que Australia tiene su propia divisa: el dólar australiano (AUD). A lo largo de este artículo haremos referencia a los importes originales en dólares australianos, así como en euros, a un tipo de cambio de 1 € = 1,60 AUD.

Coste de la vida

Australia no es un país barato. Cualquiera que haya visitado el país se habrá dado cuenta. Y sus precios inmobiliarios llevan décadas subiendo. Según DatosMundial.com, el coste de la vida en Australia es un 42,3% más alto que en España.

Como consecuencia de eso, si te estás planteando irte a vivir a Australia, querrás asegurarte de que tu salario será lo suficientemente elevado. Afortunadamente, el salario bruto medio en Australia es un 91% más alto que en España.

Y, como verás más adelante, los impuestos sobre la renta de las personas con ingresos bajos y medios son menores que en la mayoría de países europeos. De hecho, empezaremos nuestro análisis por ahí: viendo lo que pagan los trabajadores.

Impuestos sobre las rentas del trabajo

En Australia las rentas del trabajo están sujetas al pago del income tax (equivalente al IRPF) y al Medicare Levy, un impuesto adicional cuyo fin es financiar el sistema sanitario. En este sentido, Australia no tiene pagos a la seguridad social. Los servicios que en otros países se pagan con las contribuciones sociales, en Australia se pagan con estos dos impuestos.

El impuesto de la renta en Australia es progresivo y tiene 5 tramos distintos:

  • 0 a 18.200 AUD (0 a 11.375 €): 0%
  • 18.200 a 45.000 AUD (11.375 a 28.125 €): 19%
  • 45.000 a 120.000 AUD (28.125 a 75.000 €): 32,5%
  • 120.000 a 180.000 AUD (75.000 a 112.500 €): 37%
  • Más de 180.000 AUD (112.500 €): 45%

Al mismo tiempo, los primeros 700 dólares australianos que haya que pagar en impuestos están exentos. Esto significa que, de forma efectiva, cualquier salario por debajo de 21.900 AUD (13.680 €) tiene un tipo de la renta del 0%.

A todos estos tipos impositivos hay que sumar un 2% adicional en concepto de Medicare Levy. Este impuesto, introducido hace unas décadas para financiar la sanidad pública en Australia, se paga sobre la totalidad del salario bruto.

Algo que también cabe remarcar es que, si bien Australia no tiene pagos a la seguridad social, las empresas están obligadas a contribuir al plan de pensiones de sus trabajadores. Estos planes de pensiones, conocidos como “Superannuation” o “Super”, pueden ser invertidos en multitud de activos.

Las contribuciones que las empresas deben hacer son del 10,5% del salario bruto, con un límite salarial de 228.360 AUD (142.725 €). Algo que debemos tener presente es que, aunque nos vayamos de Australia en el futuro, deberemos esperar hasta nuestra jubilación para acceder a este dinero.

Tal porcentaje va a aumentar en los próximos años hasta situarse en el 12% a partir de la segunda mitad de 2026.

Salario neto en función del coste total de la empresa

Para que podamos entender cuál es el nivel de fiscalidad total al que están sometidos los trabajadores, lo útil es echar un vistazo a cuánto dinero reciben éstos en función de lo que la empresa paga por emplearles.

La siguiente tabla muestra estos datos para varios niveles salariales. La diferencia entre el coste total de la empresa y el salario bruto son las contribuciones al Superannuation, el plan de pensiones del trabajador:

Puedes calcular salarios netos en Australia aquí.

Estos mismos datos podemos verlos de forma gráfica. En este caso, vemos el porcentaje que recibe el trabajador tanto en concepto de salario neto, como de contribuciones al plan de pensiones Superannuation:

Como ves, la fiscalidad total es muy baja para rentas bajas, y moderada para rentas medias y medias-altas. Para las rentas altas, la fiscalidad es elevada, pero menor que en la mayoría de países occidentales, donde suele rondar o exceder el 50%.

Impuestos sobre las rentas del ahorro y el capital

La otra forma que tenemos de ganar dinero es mediante nuestros ahorros y nuestro capital. Veamos qué impuestos se aplican para este tipo de rentas en Australia:

Dividendos

Cobrar dividendos en Australia conlleva también el pago de impuestos. Los tipos impositivos para los dividendos son exactamente los mismos que para las rentas del trabajo. Y el 2% adicional en concepto de Medicare Levy debe ser pagado. En este sentido, los dividendos están sujetos a tipos más altos que en la mayoría de países similares.

Sin embargo, los impuestos a pagar serán distintos en función de si la empresa que nos los paga es australiana o no. En el caso de cobrar dividendos de una empresa australiana, la parte proporcional que la empresa haya pagado en concepto de impuesto de sociedades se considera que son  impuestos que hemos pagado nosotros. Eso se hace para evitar la doble imposición.

Por ejemplo, si la empresa ha tenido un dólar de beneficios, tendrá que pagar 30 céntimos de impuesto de sociedades (un 30%). Si después nos pagan un dividendo de 70 céntimos, a la hora de calcular los impuestos aplicables, se considerará que hemos cobrado un dólar pero que ya hemos pagado 30 céntimos de impuestos. Si nuestro tipo marginal es superior al 30%, pagaremos la diferencia. Si es inferior, cobraremos la diferencia.

En el caso de cobrar dividendos de una empresa extranjera, no se tendrá en cuenta el impuesto de sociedades que ésta haya pagado. Lo único que se tendrá en cuenta son las retenciones que se hayan hecho en origen al pagar el dividendo. Por lo que, al final, los dividendos de empresas extranjeras están sujetos a tipos efectivos más altos.

Intereses

Los intereses que podamos cobrar de depósitos bancarios o instrumentos de renta fija están sujetos al pago de impuestos sobre la renta. Los tipos aplicables son los mismos que para las rentas del trabajo, incluyendo el Medicare Levy, con lo que podemos llegar a tributar un 47% por ellos.

En el caso de los intereses no importa si los cobramos de una entidad australiana o extranjera. El importe a pagar será el mismo.

Ganancias del capital (plusvalías)

Las plusvalías que consigamos con nuestras inversiones tienen un tratamiento fiscal más ventajoso que los dividendos y los intereses. Esto se debe a que, si bien los tipos impositivos son los mismos, tan solo tenemos que pagar impuestos por el 50% de la plusvalía conseguida. Esto significa que el otro 50% está exento.

Por este motivo, a nivel bursátil, y desde un punto de vista fiscal, probablemente nos convengan más aquellas empresas que usen sus beneficios en recomprar acciones, en lugar de pagar dividendos.

Alquileres (rentas inmobiliarias)

Las rentas que consigamos mediante el alquiler de nuestras propiedades inmobiliarias están sujetas a los mismos tipos que las rentas del trabajo, incluyendo Medicare Levy. En el caso de los inmuebles, no obstante, podemos reducir el importe conseguido en concepto de alquileres con los gastos asociados a mantener y poseer el activo.

Así pues, cosas como seguros, tasas, intereses hipotecarios o reparaciones reducen nuestros impuestos finales.

IVA (Goods and Services Tax)

El Goods and Services Tax, el equivalente australiano del IVA de la mayoría de países europeos, grava el consumo de bienes y servicios en el país. Tiene dos tramos, en función del producto.

El tipo general del IVA en Australia es del 10%. La mayor parte de productos y servicios están sujetos a este tipo.

Sin embargo, ciertos productos están sujetos a un tipo reducido, o inexistente, del 0%. Así pues, los siguientes productos no conllevan el pago del GST: la mayoría de productos de alimentación, educación, sanidad, medicamentos, productos de higiene femenina, suministro de agua y metales preciosos.

Este último punto es interesante. Mientras que en la mayoría de países solamente el oro está exento de IVA, al ser considerado el único metal precioso de inversión, en Australia otros metales como la plata o el platino también están exentos.

Impuestos sobre la compra de una vivienda

La compra de una vivienda en Australia está sujeta al pago de impuestos. En este caso, estamos hablando del Stamp Duty. Este impuesto varía en función del estado en el que se encuentre el inmueble, el importe del mismo, si es nuestra primera compra y si se trata de un inmueble nuevo.

Muchos estados ofrecen exenciones parciales o completas para el Stamp Duty a aquellos que compren su primera residencia. Sin embargo, en algunos de ellos, la exención tan solo es válida si se compra una vivienda de nueva construcción.

Al mismo tiempo, la compra de una vivienda también suele ir de la mano de otras tasas en concepto de cosas como el registro.

Debido a que cada estado tiene sus tramos y sus importes, lo más sencillo es ver qué porcentaje pagaríamos en cada uno de ellos, en función del importe de nuestra vivienda, en caso de no gozar de ninguna exención:

Puedes calcular cuántos impuestos pagarías en iSelect.

Como ves, los porcentajes efectivos para la mayor parte de inmuebles se sitúan entre el 3 y el 5%. Cabe destacar que el valor de los inmuebles en algunos estados, como New South Wales o Victoria, es en general superior al del resto del país, puestos que en ellos se encuentran las grandes ciudades del país, como Sydney o Melbourne, respectivamente.

Impuesto de Sociedades

El impuesto de sociedades se paga sobre los beneficios empresariales. En Australia, el tipo general para el impuesto de sociedades es del 30%. Sin embargo, este porcentaje tan solo lo acaban pagando una minoría de empresas. Esto se debe a que las empresas consideradas “pequeñas” están sujetas a un tipo menor.

Así pues, cualquier empresa con una facturación anual inferior a los 50 millones de dólares australianos (31,25 millones de euros) se considera “pequeña”. En este caso, el tipo impositivo aplicable es del 25% a partir del año fiscal 2021-2022 (26% anteriormente).

Algo a destacar es que, a la hora de repartir dividendos, lo que hayan pagado las empresas australianas en concepto de impuesto de sociedades se atribuye directamente a los accionistas. Esto, que se hace para evitar la doble imposición, significa que la fiscalidad final puede llegar a ser inferior a ese 25 o 30%.

Así pues, si el tipo de la renta marginal del accionista es del 20%, la hacienda australiana devolverá a ese accionista la diferencia entre lo que haya pagado la empresa (25 o 30%) y lo que tenga que pagar él (20%).

Situación de las finanzas públicas en Australia

Por último, echaremos un vistazo a la situación y la sostenibilidad de las finanzas públicas australianas. Esto lo haremos analizando su nivel histórico de deuda pública. A fin de cuentas, lo ideal es un nivel de deuda bajo y estable o decreciente. En el otro extremo, en el peor de los escenarios, la deuda es elevada y subiendo.

El gráfico a continuación muestra el nivel de deuda pública en Australia respecto al producto interior bruto (PIB) del país:

Datos de la OCDE

Como puedes ver, la deuda cerró el año 2019 cerca del 75% del PIB. Si bien este porcentaje es moderado para un país desarrollado, la evolución de la deuda es algo más preocupante. Esto se debe a que los gobiernos han aumentado la deuda de forma casi ininterrumpida durante la última década.

Al mismo tiempo, Australia ha seguido la tendencia de reducir los tipos de interés hasta niveles ridículamente bajos. Y su banco central ha empezado programas de expansión cuantitativa, para comprar deuda del gobierno.

Todo esto hace que la tentación de los políticos de pedir dinero prestado para poder gastar más aumente.  Y ya sabemos cómo acaba eso: en una combinación de distorsiones en la economía, devaluación monetaria y aumento de impuestos en el futuro.

Afortunadamente, Australia aún está a tiempo de cambiar la tendencia.

Conclusión

Australia es un país con una fiscalidad elevada, pero bastante atractiva respecto a otros países occidentales. Al mismo tiempo, tiene fortalezas de las que no gozan la mayoría de países desarrollados: buena demografía, recursos naturales, acceso directo a Asia y un nivel de deuda pública todavía bajo control.

Espero que este análisis te haya resultado útil. Si no quieres perderte nada nuevo, te animo a que te suscribas a mi newsletter:
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Y si quieres saber cómo funciona el sistema fiscal en otro país anglosajón, echa un vistazo a este enlace:
Impuestos en Estados Unidos [2023] – Análisis Completo

Publicado en Impuestos

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