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20 Estrategias de Inversión interesantes

En este artículo te presento 20 estrategias de inversión distintas. La mejor estrategia de inversión será aquella que se adapte mejor a tus preferencias y tu forma de ser. Y lo más probable es que quieras combinar varias de ellas.

  1. Buy & Hold
  2. Inversión por dividendos
  3. Dividendos crecientes
  4. Análisis fundamental
  5. Growth (crecimiento)
  6. Value (valor)
  7. Promediar a la baja
  8. Promediar al alza
  9. Acciones cíclicas o defensivas
  10. Inversión en sectores concretos
  11. Fondos ETF e indexados
  12. Dollar Cost Averaging
  13. Inversión sostenible o ESG
  14. Bonos y depósitos
  15. Inmuebles
  16. Metales preciosos
  17. Criptodivisas
  18. Acciones y bonos: estrategia 60/40
  19. Target Funds
  20. Cartera todoterreno

1) Buy & Hold

La estrategia de inversión Buy & Hold consiste en comprar aquellas acciones que nos parezcan atractivas y simplemente esperar. Nuestro objetivo no es ver una revalorización rápida. Lo que buscamos es poner nuestro dinero en cosas con un futuro prometedor. Eso significa que no vamos a vender ni a entrar en pánico en caso de que haya caídas fuertes.

Si bien el Buy & Hold se puede hacer con cualquier tipo de activo, suele ser uno de los métodos favoritos de los inversores en bolsa. Nuestro objetivo es experimentar rentabilidades muy atractivas a largo plazo. Y recuerda que el tiempo es uno de los mayores aliados de los inversores.

Una buena estrategia de inversión Buy & Hold se lleva a cabo invirtiendo en empresas de calidad de todo el mundo. No debes conformarte con las acciones de tu país. Sé selectivo e invierte en aquellas empresas que te permitan dormir bien por la noche.

2) Inversión por dividendos

La inversión por dividendos es una de las estrategias de inversión más populares. Consiste en poner nuestro dinero en aquellas acciones que paguen buenos dividendos. Para eso es importante que esas empresas tengan un buen historial, o sea, que no recorten los dividendos tan pronto haya problemas económicos.

El objetivo final de tal estrategia es tener una cartera de acciones suficientemente grande como para poder vivir de nuestros dividendos. De la misma forma que hay gente que posee viviendas y vive de los alquileres, nosotros vivimos de los dividendos, pero sin tener que lidiar con inquilinos.

Una buena cartera de acciones “dividenderas” va a incluir a algunas de las multinacionales más consolidadas del mundo. Éstas suelen tener beneficios estables y una buena posición financiera. La posición ideal para una empresa que pague dividendos.

3) Dividendos crecientes

Esta estrategia es similar a la anterior, pero hace que debamos ser más exclusivos. Si seguimos una estrategia de inversión por dividendos crecientes, vamos a querer comprar empresas que no solo paguen dividendos, sino que además los aumenten de forma regular.

Una de las grandes ventajas de esta estrategia es que nos centramos más en el crecimiento de los dividendos que en su importe actual. Como consecuencia, nuestro dinero estará invertido en empresas que aún están disfrutando de un crecimiento considerable.

Al mismo tiempo, la inversión por dividendos crecientes va asociada al largo plazo. Y, como ya hemos dicho, a la hora de invertir nos conviene tener el tiempo de nuestro lado.

4) Análisis fundamental

Los inversores que siguen esta estrategia llevan a cabo análisis detallados de las empresas en las que invierten. No suelen tener una preferencia concreta sobre qué tipo de empresas quieren tener en su cartera. Para ellos lo más importante es que éstas tengan mucho potencial.

Esto significa que este tipo de inversores, a pesar de perseguir retornos a largo plazo, también están dispuestos a vender algunas de sus posiciones si creen que la situación de una empresa ha empeorado, o si su cotización ha subido demasiado y creen que está sobrevalorada.

La estrategia de análisis fundamental es una de las que requiere más tiempo. A fin de cuentas, consiste en intentar tener siempre a las mejores empresas en cartera. No obstante, uno de los riesgos de esta estrategia es querer actualizar nuestras posiciones demasiado a menudo. De ahí que lo importante sea llevar a cabo buenos análisis y saber qué propósito sirve cada una de nuestras acciones en cartera.

5) Growth (crecimiento)

Una de las estrategias de inversión con mayor potencial es poner nuestro dinero en acciones growth, es decir, aquellas empresas que estén experimentando tasas excepcionales de crecimiento. Se suelen concentrar en sectores específicos como la tecnología, la medicina o las energías alternativas. Pero también pueden formar parte de sectores más tradicionales. Lo importante es que estén disfrutando de mucho crecimiento.

Las acciones growth suelen parecer caras si nos fijamos en sus múltiplos, como el PER. Pero eso se suele justificar precisamente con su crecimiento. Cabe remarcar que invertir en este tipo de empresas puede conllevar un riesgo considerable, ya que están menos consolidadas.

El mejor aspecto de invertir en acciones growth es que aquellas empresas con las que acertemos pueden subir de forma exponencial. A fin de cuentas, queremos invertir en la próxima mega empresa cuando aún está en plena fase de desarrollo. Eso hace que no debamos acertar con todas ellas para conseguir muy buenos rendimientos.

Esta estrategia de inversión se puede llevar a cabo comprando acciones sueltas, o eligiendo fondos o ETFs que sigan a índices dominados por este tipo de empresas, como el Nasdaq norteamericano.

6) Value (valor)

Los inversores value invierten en acciones que consideran “baratas”. Hay dos tipos de empresas que podemos encontrar aquí. El primer tipo son empresas ya maduras por las que, debido a que experimentan poco o nulo crecimiento, el mercado no está dispuesto a pagar precios elevados.

El objetivo de invertir en estas empresas es conseguir rendimientos estables y elevados. Gracias a sus bajos múltiplos, si el negocio sigue funcionando bien, estas acciones pueden ser muy atractivas. Muchas de ellas pagan buenos dividendos. Y se suelen concentrar en sectores también más maduros, como la banca o el sector energético.

El segundo tipo de empresas que encontramos aquí son aquellas que están experimentando problemas. Muchos inversores value creen que el mercado ha castigado demasiado una acción. Por ese motivo, confían en que su cotización se recuperará en el futuro, y ellos podrán conseguir una plusvalía. Esa era la estrategia usada por Warren Buffett en sus inicios.

7) Promediar a la baja

Aquellos inversores que promedian a la baja amplían sus posiciones cuando éstas caen de precio. Su confianza en esas empresas es tan alta que están dispuestos a comprar más si la cotización se deteriora.

Esta estrategia puede resultar muy lucrativa si acertamos a la hora de elegir nuestras acciones. Pero debemos estar muy seguros de nuestra tesis. A fin de cuentas, los riesgos de promediar a la baja son significativos. Nos exponemos a invertir aún más dinero en una acción que puede estar en caída libre por motivos justificados.

Promediar a la baja también es posible con instrumentos más diversificados como índices, metales preciosos o criptodivisas, si confiamos mucho en ellos.

Si quieres aprender sobre promediar a la baja, echa un vistazo a este artículo:
Promediar a la Baja

8) Promediar al alza

Otra estrategia que podemos seguir a la hora de invertir es promediar al alza. Eso consiste en ampliar aquellas posiciones que han subido de cotización. A pesar de que ahora las compramos más caras, la lógica es que los activos que han subido recientemente, seguirán subiendo.

Promediar al alza es una estrategia que puede catalogarse como momentum. El momentum de una acción es la fuerza que tiene para seguir su tendencia actual, sea alcista o bajista. La creencia de que un activo ha entrado, y está, en una tendencia alcista puede basarse tanto en indicadores técnicos como fundamentales.

Esta estrategia es totalmente opuesta a la de promediar a la baja, que apuesta por un cambio de tendencia. Ten en cuenta que un mismo inversor puede decidir promediar al alza o a la baja en distintos tipos de activos, según la teoría que haya desarrollado para ellos.

Si quieres leer en detalle sobre este tema, echa un vistazo al siguiente enlace:
Promediar al Alza

9) Acciones cíclicas o defensivas

Las acciones se pueden dividir en dos grandes grupos (si ignoramos las que están en el medio): cíclicas y defensivas. Las acciones cíclicas son las que lo hacen bien cuando la economía está en fase de expansión y crece. Pero también son las que más sufren cuando la economía va mal. Aquí encontraríamos a empresas como los fabricantes de coches o los bancos.

Las acciones defensivas son aquellas que apenas se ven afectadas por el ciclo económico. Su negocio no crece con la economía. Pero tampoco decrece. De ahí que sean consideradas defensivas, e idóneas cuando la economía está a punto de caer en una recesión. Ahí tendríamos a empresas de suministros o de alimentación.

Esta estrategia de inversión consiste en intentar acertar el ciclo económico para invertir. ¿Cómo será la economía en los próximos años, mejor o peor? Si esperamos que vaya a mejor, compraremos acciones cíclicas. Si creemos que irá a peor, optaremos por acciones defensivas.

Si quieres aprender sobre acciones cíclicas y defensivas, te recomiendo el siguiente enlace:
Empresas Cíclicas y Defensivas

10) Inversión en sectores concretos

Esta estrategia de inversión apuesta por aquellos sectores que mejor lo van a hacer en el futuro. Estos inversores suelen ser relativamente agnósticos al ciclo económico, y hacen apuestas a largo plazo. Tratan de poner su dinero en aquellos lugares de la economía que más se pueden beneficiar de las futuras tendencias económicas, sociales y demográficas.

Aquí podríamos encontrar a inversores que apuestan por el sector farmacéutico, anticipándose al envejecimiento poblacional que habrá en occidente en las próximas décadas. También a gente que apuesta por la tecnología como elemento de innovación. O incluso por los productores de energía tradicionales, si creen que el mundo va a seguir dependiendo del petróleo durante mucho más tiempo del que nos pensamos.

Si quieres aprender sobre la inversión bursátil, echa un vistazo al siguiente enlace:
Acciones

11) Fondos ETF e indexados

Los fondos ETF e indexados sirven para invertir de forma pasiva en los mercados que elijamos. Son una excelente opción para invertir nuestro dinero en varias empresas al mismo tiempo, y a bajo coste.

Si bien estos fondos están disponibles para muchos tipos de inversiones (incluso en cosas muy específicas), se suelen usar para invertir en grandes índices bursátiles. Así pues, este tipo de inversores quieren invertir en la totalidad del mercado bursátil, sin tener que preocuparse de analizar empresas, sectores o economías, y sin exponerse al riesgo de cometer errores.

Ha sido históricamente una de las estrategias de inversión que mejores resultados ha dado. Algunos de los índices favoritos para este tipo de inversión son el MSCI World, el S&P 500 norteamericano, el Eurostoxx 600 y el MSCI Emerging Markets. Pero los hay de prácticamente todos los países.

Si quieres aprender sobre fondos ETF e indexados, echa un vistazo al siguiente enlace:
Comparativa entre Fondos Indexados y ETFs

12) Dollar Cost Averaging

El Dollar Cost Averaging es una estrategia de inversión que consiste en invertir la misma cantidad de dinero de forma regular, típicamente cada mes. Es excelente para aquellos inversores que no quieran tener que preocuparse regularmente de sus inversiones, ya que el dinero se va a invertir pase lo que pase.

Esta estrategia intenta evitar el market timing, o sea, no pretende acertar qué ocurrirá en la bolsa a corto plazo. Gracias a que invertimos la misma cantidad cada mes, el Dollar Cost Averaging nos permite comprar más cuando el mercado ha caído, y comprar menos si ha subido, pero seguir invirtiendo. Es de las estrategias de inversión con mejores resultados históricos.

¿Y en qué invertimos de forma regular? El Dollar Cost Averaging se puede combinar de forma excepcional con la inversión en fondos ETF e indexados. Debido a que invertiremos pase lo que pase, es importante elegir cosas que incluyan diversificación en sí mismas (como un gran índice bursátil), de forma que podamos estar seguros de que la rentabilidad será positiva a largo plazo.

Si quieres aprender sobre índices bursátiles, echa un vistazo al siguiente enlace:
La Guía de los Índices Bursátiles

13) Inversión sostenible o ESG

La inversión sostenible y el ESG consiste en elegir aquellas empresas que hagan cosas positivas para el medio ambiente y la sociedad. Las siglas ESG (enviromental, social, governance) nos indican qué cosas son importantes para esta estrategia de inversión: el medio ambiente, los aspectos sociales y la buena gobernanza de la empresa.

Aquí podríamos encontrar a empresas de energías renovables. Pero también empresas más tradicionales que simplemente tratan bien a sus empleados, o tienen buenos sistemas de organización interna, lo que se considera buena gobernanza, de forma que los directivos no puedan aprovecharse de los accionistas.

Otro aspecto importante de la inversión ESG es no poner nuestro dinero en ciertos sectores. Entre ellos encontraríamos las empresas de tabaco o los fabricantes de armas.

Lo más sencillo para invertir en acciones ESG es hacerlo mediante fondos de inversión, como fondos ETF. Cabe remarcar que los hay de muchos tipos, ya que multitud de cosas hoy en día se engloban dentro de la inversión ESG. Además, este tipo de inversión no es exclusiva para acciones, sino que también se puede hacer con bonos.

Encontrarás más información sobre este tema aquí:
Inversión ESG y Sostenible

14) Bonos y depósitos

Los inversores que ponen su dinero en bonos y depósitos buscan dos cosas: seguridad e intereses. Para ello intentan encontrar los depósitos mejor remunerados, bonos atractivos o fondos de inversión de bonos. La idea es minimizar las posibles pérdidas de capital. Digo minimizar y no evitar porque los bonos corporativos, y en según qué medida los soberanos, pueden tener riesgo de impago.

Lamentablemente, la inversión en bonos y depósitos se ha visto muy negativamente afectada estos últimos años. La política monetaria de los bancos centrales ha hecho que apenas haya intereses en los depósitos bancarios. Y, al mismo tiempo, se han hundido los intereses disponibles en el mercado de bonos.

Por esos motivos, si bien esta estrategia es de las más seguras para preservar nuestro dinero a corto plazo, es una de las que más nos expone a los nocivos efectos de la inflación a largo plazo.

Si te interesa aprender sobre la inversión en bonos, te recomiendo el siguiente enlace:
Bonos

15) Inmuebles

Los inmuebles representan una de las estrategias de inversión más populares. Consiste en comprar propiedades, para alquilarlas y beneficiarse de un aumento de su valor en el futuro. Sobre todo, si creemos que habrá inflación en nuestro país.

Para muchos inversores, poder ver y tocar físicamente aquello en lo que han invertido les da una sensación de seguridad. Una de las grandes ventajas de la inversión inmobiliaria es poder hacer uso de la deuda hipotecaria. Si conseguimos financiación barata y a largo plazo, el potencial de nuestras inversiones es mucho mayor. Pero recuerda que la deuda debe ser usada con prudencia.

Otro aspecto positivo es que podemos gestionar los inmuebles nosotros mismos y llevar a cabo mejoras, con lo que nos dan un mayor control sobre nuestras inversiones. Esto contrasta con los activos financieros, como acciones y bonos, los cuales no podemos controlar.

Si te interesa aprender sobre la inversión inmobiliaria, te recomiendo el siguiente enlace:
Inversión Inmobiliaria

También te recomiendo el blog del Inversor Directivo.

16) Metales preciosos

La inversión en metales preciosos es otra estrategia muy popular. A pesar de que hay 4 metales preciosos distintos, son básicamente el oro y la plata los que reciben interés por parte de la comunidad inversora. Su característica principal es que ambos metales han sido usados como dinero desde hace miles de años.

El oro y la plata siempre han logrado revalorizarse ante las divisas fiduciarias, como el euro o el dólar, a largo plazo. La cantidad de metales preciosos es limitada. Y lo que se extrae cada año es insignificante. Gracias a eso, son una muy buena reserva de valor.

Los inversores en metales preciosos pueden ver grandes revalorizaciones si la inflación sube con fuerza, o si la gente deja de confiar en las divisas nacionales para ahorrar. Debido a que los tipos de interés están en mínimos históricos y sin previsión de subir en mucho tiempo, y a que los bancos centrales están imprimiendo dinero sin ningún tipo de control, los metales preciosos ofrecen mucho potencial en la actualidad.

Si te interesa aprender sobre la inversión en metales preciosos, te recomiendo el siguiente artículo:
8 Motivos por los que deberías Invertir en Oro

17) Criptodivisas

Las criptodivisas son monedas electrónicas que no son emitidas por ningún gobierno o banco central. Gracias a ello, no responden a los intereses de ningún país. Por lo que no pueden ser devaluadas.

Una de las mejores características de las criptodivisas es que su cantidad es limitada. En ese sentido, tienen similitudes con los metales preciosos. Pero gracias a que son electrónicas, pueden estar más fácilmente disponibles para mucha gente. De hecho, los partidarios del Bitcoin, la criptodivisa más famosa, se refieren a él como “el oro electrónico”.

Hay que remarcar que las criptodivisas se benefician de una política monetaria irresponsable, y de la pérdida de confianza de la gente en las divisas nacionales. En ese sentido, se parecen mucho al oro y la plata. Pero ten en cuenta que su cotización suele ser muy volátil.

Puedes leer más sobre este tema aquí:
Bitcoin

18) Acciones y bonos: 60/40

Una de las estrategias de inversión más populares de las últimas décadas ha sido combinar acciones y bonos. Para ser más exactos, un 60% en acciones y un 40% en bonos. Es una forma con la que nos podemos beneficiar de subidas en el mercado bursátil, sin exponer todos nuestros ahorros a una recesión.

La lógica es que, si la economía va bien, las acciones suben. Y si la economía va mal, los tipos de interés bajan, y los bonos suben. De hecho, ha sido una de las estrategias de inversión con una mejor ratio de rentabilidad/riesgo desde principios de los años 80.

Debemos mencionar que los últimos 40 años han visto la mayor caída de tipos de interés de la historia. Esto ha beneficiado enormemente a los bonos y a las acciones. Dado que los intereses están ahora mismo en mínimos históricos, es difícil saber qué ocurrirá con la famosa cartera “60/40” en el futuro.

Si quieres aprender sobre la cartera “60/40”, te recomiendo el siguiente enlace:
El Rol de los Bonos en una Cartera de Inversión

19) Target Funds

Los Target Funds son fondos que ajustan su inversión en acciones, bonos y otros tipos de activos, a medida que pasa el tiempo.

Los Target Funds empiezan con una mayor ponderación de acciones en la cartera. Con el paso del tiempo, el peso de las acciones va cayendo, y aumenta el peso de los bonos. El objetivo es que siempre tengamos una proporción de bonos y acciones adecuada para nuestra edad. Y muchos Target Funds también incluyen una pequeña proporción de commodities, cash e inversión inmobiliaria.

La lógica es que las acciones tienen mayor potencial, pero también más riesgo que los bonos. De ahí que sean muy recomendables cuando somos jóvenes. Por el contrario, los bonos ofrecen menor potencial, pero son más seguros. Por lo que son muy útiles cuando somos mayores y tenemos menos capacidad para absorber caídas importantes.

La gran ventaja de los Target Funds es que permiten despreocuparnos de actualizar los activos en los que invertimos.

20) Cartera todoterreno

Por último, otra de las estrategias de inversión que podemos usar es la cartera todoterreno. Consiste en construir una cartera que tenga la capacidad para darnos rendimientos muy buenos a largo plazo, independientemente de lo que ocurra en el futuro.

La cartera todoterreno está compuesta por acciones, tanto de mercados desarrollados como emergentes, bonos, oro, plata, commodities y cash. Y se hace mediante fondos ETF o indexados. De forma que, además, es una cartera de bajo coste.

Una de las mejores características de esta cartera es que su probabilidad de éxito a largo plazo es muy alta. Eso se debe a que invertimos de forma muy diversificada, tanto en lo que respecta a tipos de activos, como geografías. Por lo tanto, su éxito no depende del nivel de crecimiento económico futuro, ni de que haya inflación o deflación, ni de qué países o sectores vayan a dominar el mundo de mañana.

Por supuesto, si quieres aprender más sobre la cartera todoterreno, te recomiendo el siguiente enlace:
Cómo invertir 50.000 euros de forma brillante y sencilla

Conclusión

Hay multitud de estrategias de inversión disponibles. Y todas ellas son válidas. Lo importante es que elijas las que se ajustan mejor a tu forma de ser, tus conocimientos, tus creencias acerca del futuro de la economía y el tiempo que quieras dedicarle.

Mi único consejo es que te formes y aprendas todo lo posible. Todos los mercados financieros están conectados. De ahí que adquirir conocimientos nuevos sea tan útil, independientemente de la estrategia o estrategias de inversión que elijas.

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Publicado en Aprende a invertir

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