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Comparativa entre Fondos Indexados y ETF

A la hora de invertir de forma pasiva, nos surge la duda sobre si debemos hacerlo con fondos indexados o con ETFs. En este artículo veremos qué diferencias hay entre ellos, para que puedas tomar la mejor decisión para ti. También te daré mi opinión personal al final.

Contenido

Introducción

El auge de la gestión pasiva ha permitido a millones de inversores alrededor del mundo mejorar sus rendimientos. Antes de costes, la rentabilidad de los fondos pasivos es, en promedio, igual que la de los fondos activos. Pero los fondos pasivos suelen tener costes mucho menores. Esto significa que, una vez restamos la comisiones, los rendimientos conseguidos tienden a ser más altos.

El atractivo de los vehículos de inversión pasivos ha hecho que ganaran en popularidad. Y de ahí que muchos inversores quieran saber si es mejor hacerlo en fondos indexados o en fondos ETF.

Dos vehículos distintos de inversión pasiva

Hablemos antes que nada de las diferencias existentes entre ambos vehículos. Un fondo indexado agrupa el dinero de muchos inversores y los invierte de tal forma que replique el rendimiento de un índice en concreto, como podría ser el IBEX 35 o el S&P 500. Para entendernos, hay un único fondo y todo el dinero se invierte de forma conjunta.

Por su parte, un fondo ETF (exchange traded fund, o fondo cotizado) cotiza en bolsa igual que una acción. Cuando invertimos en él, compramos unidades, que vienen a ser como acciones. La diferencia es que esas acciones representan a un índice. Si queremos vender, simplemente vendemos algunas de estas unidades.

Diferencias principales entre fondos indexados y ETFs

Veamos 7 diferencias importantes entre fondos indexados y ETF:

1) Invertir y retirar dinero

La forma en la que invertimos nuestro dinero en un fondo indexado y en un ETF es muy distinta. Para invertir en un fondo indexado tendremos que transferir una cantidad de dinero al gestor del fondo. Al final del día, ese dinero será añadido al fondo. El precio al que entramos será el famoso NAV (net asset value, o valor neto del fondo), que no es otra cosa que el valor total del fondo.

Si queremos retirar dinero, daremos aviso al gestor del fondo. Al final del día, nuestro dinero será retirado usando como referencia el mismo NAV que hemos visto anteriormente, para determinar qué valor actual tiene nuestra participación en el fondo.

Por lo que respecta a los ETFs, son más flexibles. Debido a que cotizan en bolsa, como una acción, pueden ser comprados y vendidos a lo largo del día. Siempre y cuando la bolsa esté abierta, claro está. Eso significa que tenemos la posibilidad de elegir exactamente cuándo queremos invertir o desinvertir, y a qué precios estamos dispuestos a hacerlo.

Ganador: ETF

2) Cantidades mínimas

En cuanto a importes mínimos a la hora de invertir, suelen ser bajos en ambos casos. Sin embargo, algunos fondos sí que tienen requerimientos algo más altos. Esto hace que sólo sean accesibles para inversores con una cantidad considerable de capital.

Por lo contrario, los ETFs permiten invertir a partir de una unidad (o una acción). Y el precio en muchos casos es incluso inferior a 100 euros, por lo que la cantidad mínima para invertir es muy baja.

Ganador: ETF

3) Comisiones de gestión

Las comisiones de gestión se refieren al porcentaje de nuestra inversión que se va para el gestor del fondo cada año. Son un aspecto importantísimo, puesto que unas comisiones elevadas merman mucho los rendimientos a largo plazo. La diferencia entre pagar un 0,2%, en lugar de un 1%, puede resultar en conseguir una rentabilidad un 30% superior, asumiendo rendimientos brutos del 5% anual durante 20 años.

Los fondos indexados suelen tener comisiones moderadas. A pesar de que están bajando, y hay algunos gestores más baratos, las comisiones medias se sitúan entre el 0,4% y el 1%.

Los ETFs suelen tener comisiones menores, a menudo de entre el 0,1% y el 0,5%, en función del índice al que sigan. Los más habituales se sitúan en la parte baja de esa franja. Como hemos dicho, eso es una gran ventaja a largo plazo.

Ganador: ETF

4) Costes de transacción

Debido a que los fondos ETF cotizan en bolsas, cuando invertimos o desinvertimos en ellos, debemos hacer transacciones en el mercado. Como consecuencia, tendremos que pagar una comisión al bróker por la ejecución. También tendremos que asumir un bid-ask spread: esto significa que el precio al que compramos será ligeramente superior al precio al que vendamos. Además, en algunos casos pagaremos algo en comisiones de custodia.

Por el contrario, no suele haber ningún coste cuando ingresamos o retiramos dinero de un fondo indexado.

Ganador: fondo indexado

5) Fiscalidad

Si las comisiones de gestión son un aspecto clave a tener en cuenta, la fiscalidad también. En general podemos decir que tanto los fondos indexados como los ETFs son muy positivos a nivel fiscal.

Si elegimos fondos indexados o ETFs “de acumulación”, el pago de dividendos e intereses será reinvertido automáticamente. Eso es importante, puesto que uno de los mayores problemas de cobrar dividendos es tener que pagar impuestos antes de reinvertir el dinero recibido.

En el caso de los ETFs, pagaremos impuestos por rentas de capital cuando vendamos una posición con beneficio. Y los tendremos que pagar aunque queramos reinvertir ese dinero en otro ETF.

Por el contrario, en España, los fondos indexados permiten mover nuestro dinero de un fondo a otro sin tener que tributar por rentas de capital. Los impuestos tan solo los pagaremos cuando retiramos finalmente el dinero. Por este motivo, los fondos indexados son ideales si deseamos reajustar constantemente el peso de nuestras posiciones sin tener que pagar impuestos, permitiéndonos aprovechar más el interés compuesto.

Ganador: fondo indexado

6) Desviación respecto al índice

Un aspecto importante a la hora de invertir de forma pasiva es que el rendimiento del fondo sea lo más cercano posible al del índice. A esa desviación se la conoce como tracking error. Y no queremos desviaciones porque no nos conviene añadir más riesgo a la cartera.

A pesar de que tanto los fondos indexados como los ETFs tienen normalmente desviaciones pequeñas, los ETFs suelen ganar en esta categoría, ya que son capaces de seguir al índice de forma más exacta.

Ganador: ETF

7) Oportunidades de inversión

Por último, también debemos ver las posibilidades de inversión que nos brindan tanto fondos indexados como fondos ETF. Si bien la oferta disponible en ambos vehículos de inversión ha crecido mucho a lo largo de las últimas dos décadas, los ETFs dominan esta categoría. Se dice que los ETFs ofrecen 10 veces más oportunidades de inversión que los fondos indexados.

Esto es importante por dos motivos. En primer lugar, una mayor oferta de fondos nos permite encontrar vehículos que se acerquen más a aquello en lo que queramos invertir, aunque sea algo bastante específico, como empresas japonesas de baja capitalización.

En segundo lugar, esa mayor oferta de ETFs hace que el mercado sea más competitivo, con el resultado de que las comisiones de gestión sean más bajas. De hecho, algunos de los ETFs más populares tienen comisiones de apenas el 0,07% del capital.

Ganador: ETF

Conclusión

Finalmente me gustaría darte mi opinión sobre los fondos indexados y los fondos ETF. Es tan solo mi punto de vista. Y lo que es mejor para ti va a depender de tus circunstancias personales y tus preferencias a la hora de invertir.

Si quieres mover constantemente tu dinero de un fondo a otro, los fondos indexados suelen ser la mejor opción. Recuerda que te permiten cambiar de fondo sin pagar impuestos, demorando su pago. Pero sé consciente de que tendrás un abanico de opciones más pequeño y que las comisiones de gestión son ligeramente superiores.

Por el contrario, si haces las inversiones pensando en el largo plazo y no tienes planes de estar ajustando constantemente el peso de tus fondos dentro de la cartera, los fondos ETF son más apropiados. Las menores comisiones de gestión y su amplia oferta van a ser aspectos a tu favor.

Por último, lo que sí me gustaría decir es que, independientemente de si te decides por fondos indexados o fondos ETF, es mejor elegirlos de acumulación. Son los fondos que no distribuyen los dividendos cuando las empresas del fondo los pagan.

A pesar de que a mucha gente le gusta recibir dividendos, piensa que suele ser mucho mejor que éstos sean reinvertidos automáticamente. Si necesitas algo de cash puedes retirar algo de dinero del fondo. Y entonces te tocaría pagar impuestos si has tenido ganancias. Pero no habrías pagado antes por el simple hecho de cobrar un dividendo, a pesar de que a lo mejor tu posición total era negativa.

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Finanzas Claras

Publicado en Fondos y ETF

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